El 29.5.2004 el PF/SPK (EMF Colombia SUR) ha hecho una acción pionera contra un congreso fundacional de médicos y un banquete festivo.
Colectivo Socialista de Pacientes (SPK) ahora también en América del Sur.
EMF Colombia SUR = PF/SPK.
La sorpresa fue grande, el éxito fue total, definitivo y duradero.
Aquí la octavilla.
Bogotá, 29.5.2004

Millones son asesinados con esta excusa: ¡¡Salud!!

Una facultad médica más en Bogotá (Colombia):
¿Será esto lo que le hacía falta alguna vez al mundo?
¡Fuera con el iatrocapitalismo en todo el mundo!
¡Abajo con la clase médica!

Millones de horas son desperdiciadas sin sentido para cumplir la promesa de salud, una promesa echada al viento; horas, minutos y segundos, pesados como la Tierra, livianos como la luz, porque cuantificables, medibles, cualificables; sí, sí, es todavía y cada vez así: la energía y la materia no se crean de la nada, tampoco de los dioses, tampoco de ningún óvulo por más frío o caliente que se haya conservado. Son permanentemente manipuladas y tecnificadas por la clase médica que domina y penetra todo y a todos. ¿Para qué? Para que a cada médico se les siga garantizando sus sueldos y sus ingresos. Por no hablar de la vida-muerte enferma que desde siempre es vida rota en sí misma y que según la voluntad de los médicos debería seguir siéndolo. Para que esta vida enferma quede bloqueada e impedida para cumplir su promesa revolucionaria de convertir las enfermedades singulares, causadas hoy más que nunca por los médicos, al fin y al cabo en la especie humana.

Tantas horas, tantos minutos y segundos solamente para que el ejército médico óptimamente organizado pueda seguir con sus chapucerías y mantener en secreto la base iatrocapitalista de todo esto con mentiras y milongas de prensa. Y también aquí en este congreso están los escogidos del capitalismo que les mide en horas, en minutos y segundos, les mide de manera totalmente automática, para convertir la explotación de la enfermedad en aplausos, en condecoraciones nuevas y viejas, risas, pavoneándose abriendo el abanico, en una borrachera con comilona gratuita y en chollos de miles de millones. Y tampoco faltan las guirnaldas artísticas, que es algo muy serio pero serial.

Y nosotros, "sus pacientes", ¡no, y mil veces no! Nosotros los pacientes de frente y pacientes de confrontación de la clase de pacientes transnacional, ¿qué debemos hacer nosotros? ¿Qué esperan estos señoritos de nosotros? Nada más y nada menos que pongamos obedientemente a su disposición el sufrimiento y la mercancía enferma y que se los acarreemos, sin protestar, sin gemir, sin rechistar, sin ponerles coto con discernimiento condenando sus maquinaciones o sin hacerles activamente frente.

A los médicos les gustaría hacer creer a todo el mundo que cada cuerpo viene marcado de antemano en los genes como muy corto o muy largo, como necio, vago y comilón u obediente, valioso o inválido, muy perezoso o muy laborioso, muy mucho o muy poco de ello, exactamente como aquellos mismos por ejemplo en este banquete festivo. Recortar un poco aquí y allí, añadir y pegar algo por acá y por allá, colorear / decolorar, blanquear/ennegrecer, poner lentes o quitar órganos, extremidades y extremismos, y no siempre bombas iatrocapitalistas y accidentes de tráfico proveen a los médicos de carne fresca, aunque cada vez más bancos de órganos y otras tumbas ambulantes lo exigen y para ello están listos la ética y el bisturí. Como hace poco, cuando un camión de gran tonelaje en su caída enterró bajo él a un autobús escolar con 23 niños, aquí en "nuestra" capital Bogotá.

¿Debería uno rogar a Dios o dar gracias al Diablo?, en "nuestro" país más católico, cuando uno ya no sigue siendo, gracias a la genética y a la eutanazi, una carga para esta sociedad. Tanto en uno como en el otro caso para poder seguir llenando el bolsillo del médico.

Para hacernos humanos, especie humana, realmente, los pacientes de frente no necesitamos desperdiciar en absoluto millones de horas, minutos y segundos efectivamente vivos. ¡No!, nosotros los pacientes de frente, ¡no! Nosotros necesitamos la tan inmensurable como inagotable fuerza de la enfermedad para acabar con todo aquello, al menos para nosotros y en el acto.

Para que continúe el iatrocapitalismo que impide necesariamente la creación de la especie humana, los médicos, por el contrario, necesitan millones de horas, minutos y segundos viviseccionantes: según estos señoritos sobran genes, sobran pacientes, y falta dinero -no según nuestra opinión competente y decisiva-, faltan humanos-a-medida y no en última instancia faltan cadáveres para las clases de anatomía, se quejan medicínicamente los médicos. Sólo de esta manera puede seguir existiendo el capital, mejor: iatro-capital, sólo de esta manera la clase médica puede seguir haciendo su truco plusvalorante y seguir enmascarando su aniquilamiento programado de la clase de pacientes, sólo de esta manera llena de trucos y mentiras están tratando de dar largas al socialismo únicamente auténtico (PF/SPK) hasta la catástrofe humanitaria y de mantener oprimida a la especie en el abismo antes de que alguien la haya podido ver alguna vez.

Los caníbales necesitan sacrificios, si no, no son caníbales, pero no a cada uno le gustan sus mordiscos y su voracidad, y ni con mucho cada uno le echa la culpa a bacterias come-carne, como nos enseña la carta siguiente de España que añadimos y que incluimos con fundada razón en la octavilla presente para la distribución. Va también de otra manera, como enseña la historia del SPK; porque la rebelión en Heidelberg ha salvado a centenares la vida. No a pesar de la enfermedad, sino todo lo contrario: en virtud de la enfermedad.
 
 

El camino de salida de la tortura está empedrado de médicos rotos.
¡Enfermedades uníos!



Frente de Pacientes. Colectivo Socialista de Pacientes.
EMF Colombia SUR. PF/SPK(EMF Colombia SUR)


mirabilis ./. danza macabra h.c.



Excmo. Mgco. Rector de la Universidad de Heidelberg
Herrn Prof. Dr. Peter Hommelhoff
Universitätsplatz 2
69117 Heidelberg
Alemania

Sevilla, 12 Abril 2004


Ref.: Nuestra carta del 23 Febrero 2004,
         concerniente a la retirada del Doctorado Honoris Causa al eutanazista Harry Laughlin.
 

Excelentísimo Magnífico Rector de la Universidad de Heidelberg

Le comunico a usted que su callada por respuesta a nuestro escrito ha suscitado mucha extrañeza también en universidades latinoamericanas.

A tenor, mayoritariamente: tacet consentet.

¡Qué vergüenza! ¡Qué daño!

Atentamente


(Signatura)

www.spkpfh.de


mirabilis ./. danza macabra h.c.

Excmo. Mgco. Rector de la Universidad de Heidelberg
Herrn Prof. Dr. Peter Hommelhoff
Universitätsplatz 2
69117 Heidelberg
Alemania

Sevilla, 23 Febrero 2004
Ref.: "Krieg gegen die Schwachen"
Der Spiegel 5/2004
 

Excelentísimo Magnifico Rector de la Universidad de Heidelberg:

En 1936 la Universidad de Heidelberg otorga un doctorado honoris causa a un tal Laughlin, eugenésico americano, que surtió a la clase médica alemana, y con ella al régimen nacional socialista, de todo un catálogo de teorias y prácticas para el aniquilamiento de pacientes.

Treinta y cuatro años más tarde esa misma Universidad expulsa al Dr. med. Wolfgang Huber, seu doctor mirabilis de Psiquiatría y Filosofía heidelbergensis auténticamente y de verdad, precisamente por tomar partido a favor de la enfermedad y de los pacientes contra la criminal clase médica.

Entre tanto no se ha oído, ni siquiera hasta hoy, absolutamente nada por parte de la Universidad de Heidelberg sobre la retirada del doctorado honoris causa a ese asesino Laughlin y a otros por el estilo que también figuran en sus anales.

Por el contrario, comandada por la Facultad Médica, ha tratado (en balde) de machacar a la clase de los pacientes por tortura y atomización, pacientes que como SPK rompieron de una vez para siempre con su situación de víctimas de esa banda.

Memoria selectiva, amnesia selectiva. La rampa de Auschwitz manda recuerdos: ya está dejando, por el momento ostensiblemente su tarjeta de visita en Viena (por ejemplo "Doktor Mengele Gesellschaft").

Pedimos la retirada del doctorado honoris causa a Laughlin.

Atentamente


(Signatura)

www.spkpfh.de



Bogotá, 29.5.2004


Excelentísimo Exrector y todavía Médico, Dr. José Félix Patiño:

Nos ha llamado la atención algunas contradicciones que se manifiestan a través de nuestros cuerpos, azarosamente expuestos a un chequeo, trasplante, amputación o electrochoque. Observamos y aprendemos dentro y fuera de los muros de "nuestras" instituciones educativas que estamos realmente enfermos.

El iatrocapitalismo prehistórico/futurista es la base material de los investigadores médicos, esto nunca ha sido distinto y según la voluntad de los médicos siempre seguirá siendo así; porque para utilizar una herramienta asesina que decide sobre el lapso de vida, no se necesita ser médico. Pero solamente cuando uno es médico, el asesinato queda impune. Aquí tenemos la frontera difusa entre lo divino y lo así llamado humano. Consiste en que lo divino, cargado con fórmulas, formatos y formularios asciende la escalera académica escalón por escalón, envuelta en las nieblas espesas de sus bombas fumígenas. La mercancía "hombre" es desmontada y descompuesta para el, de todos modos determinado ajenamente, fin médico.
 

Pacientes estudiando
El camino de salida de la tortura está empedrado de médicos rotos.
¡Enfermedadas uníos!
Hacer Frente, Frente de Pacientes
Adelante la Clase de Pacientes



Frente de Pacientes. Colectivo Socialista de Pacientes.
EMF Colombia SUR. PF/SPK(EMF Colombia SUR)
 

PreData:

No necesitamos facultades, ni médicos, ni rectores, ni doctorados honoris causa, ni academias de medicina (vgr. Academia Nacional de Medicina) que callan, que hacen la vista gorda y que en su consternación y torpeza durante una media hora entera ya no son dueños de sus sandeces y burradas, cuando y porqué son atacados por pacientes de confrontación, sean de Heidelberg, sean de Yale o de "nuestra" Universidad de los Andes. Y al comando policial, llamado por ellos, se le desemtumecieron las piernas, porque su jefe, absorto por puro escuchar, había olvidado darles la orden.

Su firma bajo esta declaración es mejor que nada, es por lo menos la vergüenza de aquellos asesinos, es por lo menos el inicio del fracaso total de la clase médica: