Denuncia penal contra el moderno eutaNAZIsmo primigeniamente médico
A la
Fiscalía General de la Nación
Bogotá D.C.
25/07/2012
Por la presente,
interpongo denuncia
y presento querella,
en contra de
el médico Dr. Gustavo Alfonso Quintana
por el delito de homicidio
.HECHOS Y FUNDAMENTOS
El médico denunciado, Dr. Quintana, ha confesado reiterada y públicamente en diversos medios de comunicación que ha matado hasta un centenar de pacientes, bajo el mote de practicarles la "eutanasia":
Según diversos medios, el médico denunciado ha confesado en entrevista a la agencia AP del 13 de junio de 2005 que a la fecha había matado a 15 pacientes.
En entrevista publicada en el periódico El Tiempo, del 29 de septiembre de 2007, el médico denunciado confesó haber matado a la fecha a 35 pacientes, "sin arrepentimiento", añadió.
En entrevista a RCN Radio el médico denunciado confesó haber matado a "bastantes" pacientes.
En entrevista en vídeo publicado en el portal de la revista SEMANA, del 11 de julio de 2012 confesó haber matado a varios pacientes.
En entrevista publicada en el periódico El Tiempo, del 1 de julio de 2012, el médico denunciado confesó haber matado a la fecha a 102 pacientes ya.
En entrevista a Caracol Radio de junio 26 de 2012 confesó haber matado más de 100 pacientes a la fecha.
En las entrevistas aparecen detalles del modus operandi usado por el médico denunciado para matar a los pacientes con inyección letal, lo que él mismo compara con la pena capital. En una de esas notas se advierte el agravante criminal de que el médico denunciado ha falsificado un acta de defunción (delito de falsedad en documento) de un paciente al que había matado por inyección letal pero en cuyo certificado ha puesto "paro cardiaco" y ha omitido deliberadamente mencionar la inyección letal que le ha aplicado.
Todos y cada uno de los asesinatos confesados debe investigarse y procesarse penalmente.
El médico denunciado, Dr. Quintana, confiesa en los medios de comunicación que decenas de los homicidios los ha perpetrado de manera abiertamente ilegal y con pleno conocimiento de ello:
"[…] Con una sonrisa, [el médico Quintana] acepta que entre 1981 y 1997 practicó de manera ilegal 40 de ellas [así llamadas "eutanasias"]. ‘Yo sé que me había podido meter a la cárcel’ […]" (El Tiempo, 1 de julio de 2012).
Según estas notas periodísticas, el médico denunciado, Dr.Quintana, alega que la Sentencia C-293 de 1997 de la Corte Constitucional, supuestamente le ampararía a matar a los pacientes que ha matado. Aunque considero que esa Sentencia de la Corte Constitucional está en contravía de todo el ordenamiento constitucional y legal, en especial contra el derecho fundamental e inalienable a la vida (Art.11 de la Constitución Política), en todo caso el médico denunciado ha roto incluso las restricciones que la Corte Constitucional ha establecido en esa sentencia para eximir de responsabilidad penal al médico que practique la "eutanasia". En efecto, esas restricciones ya de por sí arbitrariamente permisivas con el asesinato médico, no obstante, las ha roto el médico denunciado, tal como a continuación expongo a modo de prueba y de lección sobre los resultados nocivos y letales (asesinato masivo) que tiene para la población, cuando se permite a los médicos matar impunemente:
El médico denunciado, Dr. Quintana, ha confesado públicamente que uno de los pacientes que ha matado era un niño pequeño, de menos de un año de edad. Un menor de edad que evidentemente no podía dar su consentimiento voluntario ni tomar una decisión. Por ser un niño se trata además de una persona protegida especialmente por la Constitución y la Ley y el crimen perpetrado por el médico denunciado es así aun más grave (véase entrevista publicada en periódico El Tiempo del 29 de septiembre de 2007).
Recientemente en entrevista a Caracol Radio, en junio 26 de 2012, el médico denunciado ratifica haber perpetrado el asesinato de este niño, sin señal de remordimiento.
En ambas entrevistas el médico denunciado confiesa además que otros médicos colegas suyos, médicos del Comité de Ética de la Clínica El Bosque, habrían instigado a la familia a matar de inanición al niño, bajo el mote de "eutanasia pasiva", aunque el médico denunciado, Dr. Quintana confiesa que ha preferido matarle mediante inyección letal. La fiscalía igualmente debe investigar a los médicos de la clínica El Bosque que según el Dr. Quintana han incitado a la familia a matar al niño.
Matar un niño es un crimen grave perpetrado por el médico denunciado.
El médico denunciado Dr. Quintana ha confesado que al menos a uno de los pacientes le ha matado sin contar con la voluntad ni el consentimiento del paciente pues según confiesa el médico denunciado: la paciente estaba inconsciente, en estado de coma, pero el médico la mató alegando que según su propia consideración como médico, la paciente estaría en una situación indigna de vivirse y así asumió el médico discrecionalmente y a cuenta propia que la paciente presuntamente no quería vivir e incitó a los familiares a practicarle la "eutanasia activa" que él finalmente llevó a cabo: Ver entrevista en vídeo publicada en el portal de la revista SEMANA el miércoles 11 de julio de 2012.
¡El mismo pretexto de estigmatizar y discriminar a los pacientes como "vidas indignas de vivirse" para luego eliminarles bajo el mote de "eutanasia" o "muerte por compasión" fue exactamente lo que hicieron los médicos durante el régimen NAZI, para asesinar a cientos de miles de pacientes, o sea el genocidio de enfermos perpetrado médicamente!
No existe evidencia alguna de que en los demás asesinatos el médico denunciado se hubiera limitado a las ya permisivas y arbitrarias restricciones puestas por la Corte Constitucional y deben investigarse y procesarse penalmente en todo caso.
Más bien, la única evidencia de toda "eutanasia" en cualquier parte del mundo es que los imperativos económicos y sociales, incluida la estigmatización del paciente por su condición de enfermo y el pronóstico fatalista del médico, convierten la enfermedad en miseria insoportable para los pacientes que son forzados a sentirse incluso como una carga para los demás, lo que destruye su voluntad de vivir, les deteriora, les mata. Hablar de "voluntad del paciente" en tales condiciones tortuosas es solamente un escarnio y un pretexto para justificar el asesinato del paciente a manos del médico.
Permitir a los médicos asesinar impunemente comienza con el mote de "eutanasia voluntaria" y "muerte digna" y continúa con la "eutanasia forzosa", en todo caso: con el asesinato masivo de pacientes. Es de interés público prioritario procesar al médico denunciado.
En todo caso, la fiscalía y los jueces no están obligados a someterse a las interpretaciones jurídicas de la Corte Constitucional favorables a los médicos, mucho menos cuando esas interpretaciones son abiertamente inconstitucionales, sino que la fiscalía y los jueces sólo están obligados a someterse a la Constitución y a la Ley (Art. 230 de la Constitución Política).
Adviértase que el legislador no ha despenalizado ni legalizado la así llamada "eutanasia", ni ha establecido legalmente excepciones para que un médico carezca de responsabilidad penal cuando practica la así llamada eutanasia, bajo ningún supuesto; estos privilegios para los médicos de permitirles matar impunemente, fueron introducidos por la Corte Constitucional asumiendo las funciones del legislador y contraviniendo todo el orden legal y constitucional.
En todo caso: todas las así llamadas "eutanasias" practicadas por el médico denunciado deben ser procesadas penalmente como homicidio, esa es la tipificación penal que se aplica en Colombia para estos hechos y más bien constituye un agravante desde el punto de vista penal que el médico denunciado haya violado su posición legal de garante y hubiera aprovechado la indefensión de las víctimas y su condición de enfermedad para matarles.
Incluso se debe sospechar y el fiscal debe indagar y corroborar que la alegada "compasión" del médico sea evidencia de su antipatía y aversión hacia la enfermedad y los pacientes, a quienes así discriminados por su condición de enfermos se les pretende eliminar, lo cual es una práctica genocida. A modo de prueba en ese sentido, el fiscal debe considerar que en diferentes ocasiones, arrogándose la potestad de definir a su arbitrio "qué es vida humana y qué no es vida humana", el médico denunciado ha expresado que: a ciertos enfermos, en particular aquellos estigmatizados médicamente como enfermos "sin conciencia" o "sin facultades mentales", a ellos el médico denunciado les considera meros "cadáveres", carentes no sólo de dignidad sino incluso de vida y humanidad, alegando que entonces debería poder eliminárseles médicamente, poder "culminar con el paciente" mediante decisión tomada por expertos médicos, así se expresa literalmente el médico denunciado (Véase entrevista publicada en Caracol Radio, del 7 de agosto de 2005 y la entrevista concedida al programa de televisión Café Democrático, del 8 de julio de 2012).
Estigmatizar y denigrar a ciertos enfermos hasta expulsarles de la especie humana, no tiene absolutamente nada que ver con la "compasión", por más tergiversada y mal entendida que se la conciba, ni mucho menos tiene nada que ver con la solidaridad ni nada que ver con la voluntad del paciente, sino que eso sólo tiene que ver con desprecio, exclusión y discriminación de los enfermos, de los pacientes; así como propugnar por su eliminación médica, cual cadáveres desechables, es nada más que apología del genocidio de enfermos.
Todos y cada uno de los asesinatos confesados por el médico denunciado deben investigarse y procesarse penalmente.
Todos los asesinatos perpetrados por el médico denunciado son crímenes graves: porque ha matado a pacientes en estado de indefensión y aprovechándose de su enfermedad, porque ha violado su posición de garante, porque estigmatizar a los enfermos como vidas indignas de vivirse es una discriminación y un ataque contra la gente enferma, porque ha matado a un niño, porque ha matado masivamente (asesinato masivo), así pues se trata de delitos graves, violaciones graves a los derechos humanos según la legislación y jurisprudencia internacional y nacional, crímenes imprescriptibles. Por la gravedad de las consecuencias es del máximo interés público que se investigue y procese al médico y así se desaliente a otros médicos a seguir ese ejemplo.
Todos y cada uno de los asesinatos confesados por el médico denunciado deben investigarse y procesarse penalmente.
Corte Constitucional Sentencia C-293 de 1997"[…] Como estas regulaciones sólo pueden ser establecidas por el legislador, la Corte considera que mientras se regula el tema, en principio, todo homicidio […] de enfermos […] debe dar lugar a la correspondiente investigación penal […]"
El médico denunciado, Dr. Quintana, no ha parado de matar en los últimos 20 años según su propia confesión; algunos pacientes han sido matados por el médico denunciado, hace menos de un año a la fecha de esta denuncia.
Hasta ahora a pesar de las confesiones públicas y reiteradas no se ha llevado a juicio al médico denunciado por los crímenes confesados. ¿Acaso un médico por ser médico puede aparecer en televisión y en la prensa anunciando públicamente que ha matado a cientos de pacientes y usar la palabra mágica "eutanasia" para quedar inmediatamente eximido de responsabilidad penal de manera sumaria? No, esto no puede ser, esto pone en riesgo grave la vida de los pacientes, la vida de la gente; los médicos deben ser sujetos de la ley y no se les debe permitir matar impunemente.
Todos y cada uno de los asesinatos confesados por el médico denunciado deben investigarse y procesarse penalmente, uno por uno.
Si el derecho a la vida no es respetado entonces todo derecho humano es eliminado, el derecho a la vida es el fundamento imprescindible e inalienable de todos los demás. El primer deber ciudadano es la clase de pacientes.
Firma,
C.C.
PF/SPK EMF Colombia, 04.08.2012