A los odiadores de la enfermedad, a los traidores de los pacientes en general, a los saqueadores y explotadores del SPK de los 70, hemos [nosotros: el PF/SPK(H), Frente de Pacientes/Colectivo Socialista de Pacientes] impedido que continúen estos sucios negocios. Ninguna entrada ajena en el internet con respecto a eso ha resistido los exámenes jurídicos que hemos iniciado. Quien compara lo que ha quedado de ellas, sabrá que no hay que hacer caso tampoco de los restos sobrantes y por precaución ya no publicará nada sin haberlo ajustado antes con nuestros textos, es decir directamente con nosotros.
A un artificioso chapucero de acción-Estocolmo y RAFastro (Stief-RAFfke) nadie le creerá ni una sola palabra sobre el SPK a no ser que sea reportero del entorno de los burdeles de Río, si sabe que aquel artificialista según su autodiagnóstico está sólo en un 10% politizado porque el 90% de sus energías se quedan en el camino psicótico para reprimir su miedo a volverse loco y esto además le pone en condiciones de publicar la correspondencia confidencial de un grupo feminista de Tubinga, en contra de lo convenido anteriormente, porque él mismo está politizado y por lo tanto es público, por consiguiente no está ligado por ninguna palabra ni promesa ante otros, sino más bien por el contrario las mujeres respecto a él. ¿Cómo debería saber él, cómo deberían saber sus lectores en Río de Janeiro y sus oyentes en Darmstadt que no estaba en la cárcel durante 20 años por una acción o una característica determinada, sino más bien por la razón totalmente sencilla que hay la clase médica, que es la clase dominante, con sus normas, sus instituciones y sus tribunales? Durante 23 años y medio estaban encarcelados una docena de Pacientes de Frente a causa del SPK de los 70. Ellos tenían conocimiento de los contextos políticos anteriormente esbozados. ¿Podrían haber soñado a no ser así o podrían haber soñado tan en balde como el dichoso artificialista con haber estado alguna vez en el SPK?
El mundo se encuentra hoy en la fase de la guerra iatrobióntica (diaria y mortalmente puesta en marcha de una manera insidiosa, made in U.S.A.). Exactamente con ella tiene que ver nuestro desmonte completo con respecto a los medios de comunicación. Apenas ningún país, p.ej. tampoco en Sudamérica, puede todavía permitirse trabajar sin el conocimiento de nuestros textos. El contador en el internet (www.spkpfh.de) registra la tasa de interés subiendo acelerada y continuamente. Muchos se convierten diariamente en víctimas de la asesina guerra iatrobióntica. También contra ella hay el colectivo guerrero de la enfermedad PF/SPK(H) en continuidad desde 1965. El forzar también jurídica y públicamente la exposición del PF/SPK(H) a prueba de falsificación y de idioteces desde hace mucho ya no depende sólo de nuestro albedrío, sino que es cosa de la especie en el interés-en-pro-de-la-enfermedad únicamente revolucionario y bien entendido.
Y por lo demás las entradas ajenas en el internet, sobre todo las US-americanas, estén con posterioridad tan enmendadas forzosamente como estén, están escritas de tal manera que el "terrorismo" debe al menos adornar el marco. A cada guardia simple esta expresión le tiene entre tanto hasta la coronilla, como se oye p.ej. desde Viena, por su uso inflacionario, así que incluso los guardias desean para sí un trabajo asalariado más provechoso. En una vieja US-versión aquí en el internet se presenta a título de prueba al SPK de los 70 como "lo más peligroso quizá en general". ¡Bravo! ¡¡Bravísimo!! Peligroso para quién, para qué intereses por envenenar a la especie; o irrenunciable para qué interés por crear la especie, todo esto por supuesto no está escrito allí. El distinguir a prueba de confusiones entre terrorismo y terapiSSmo la US-Constitución, como es sabido, lo ha rechazado enérgicamente ya en sus primeras asambleas (terrorismo de la guerra de SALVación -). En una otra entrada ajena más reciente, "lo más peligroso" se ha reducido sanamente a "lo más refinado", no obstante a algo extraordinariamente fascinante. Y a nosotros nos da risa, porque ellos perderán la risa. Sí, de una manera iatrobióntica.
En fin, y todo esto sólo hasta el próximo desmonte completo.