PF/SPK(H), 24.06.2009

Debido a la clase de pacientes trasnacional, el moderno eutaNAZIsmo primigeniamente médico (aquí: el proyecto de ley pro eutanasia en Colombia) ha fracasado también por segunda vez.

La Sentencia 239 proferida en mayo de 1997 por la Corte Constitucional de Colombia a favor de la eutanasia, pues por medio de la cual se quita responsabilidad penal al médico –y exclusivamente al médico- que practique eutanasia activa contra pacientes, esa Sentencia amenaza la vida de todos, y en consecuencia de cada uno que firma, y está contra la comunidad en general, eso a pesar de que allí el asunto se limite a pacientes diagnosticados -por los médicos- como " pacientes terminales" y se exija la "piedad" del médico y el "consentimiento previo del paciente", es decir que, en todo caso para los abajo firmantes esa Sentencia de la Corte Constitucional constituye una amenaza de genocidio contra la gente.

Los abajo firmantes se han enterado y están conscientes que esa sentencia de la Corte Constitucional ha estimulado más propaganda eutaNAZI, nociva y letal contra la clase de pacientes, como por ejemplo: en el diario masivo ElTiempo.com de junio 13 de 2005, apareció un artículo que dice que el médico Dr.Gustavo Quintana reconoce públicamente que ya habría asesinado "por piedad" a 15 pacientes, y en cambio todavía no se menciona en ninguna parte que ese médico esté siendo juzgado penalmente como asesino múltiple. Igualmente, la fundación Pro Derecho a Morir Dignamente, dirigida por el médico Dr.Juan Mendoza Vega, sigue haciendo propaganda a favor de la eutanasia y a favor de esa Sentencia 239/97 de la Corte Constitucional, incitando de ese modo al asesinato de pacientes, "por piedad" solamente según criterios médicos. Los firmantes también están conscientes plenamente de que similares propagandas y medidas legales a favor de la eutanasia, siguieron con el asesinato masivo de pacientes en la Europa NAZI del Siglo_XX: en aras de la "salud" ["Sieg HEIL"], 275.000 pacientes fueron asesinados por médicos antes de y durante la así llamada segunda guerra mundial y luego millones más fueron asesinados –tortura y experimentación incluídas– en instituciones médicas y campos de concentración como el KZ-Auschwitz comandado por el médico Dr. Mengele. Respecto de las intenciones y el proceder de los médicos se puede aprender también de experiencias más recientes cuando las autoridades de Alemania, comandadas por la Facultad Médica de Heidelberg, han tratado (en vano) de machacar a la clase de pacientes, por tortura y atomización, pacientes que como SPK (Colectivo Socialista de Pacientes) –también contra el eutaNAZIsmo moderno primigeniamente médico– rompieron de una vez para siempre con su situación de víctimas de esa banda.

Queda claro para los abajo firmantes, que el Estado fue vencido ya por los médicos, así lo ratifica la altísima Corte Constitucional que con su Sentencia se declaró contra la Constitución misma (Art. 11 "El derecho a la vida es inviolable"), pues contra el principio fundamental y básico de la constitución del Estado, a saber: cedió el dominio y el control estatal sobre la vida, así llamado "protección del derecho a la vida", en otras palabras: declaró abiertamente la vida como un bien disponible por el médico y con exclusividad, lo que era inevitable ya desde siempre porque, según la misma Corte: estatalmente la "vida es un bien valioso" (= tiene precio), y por tanto su "protección está limitada", –por el sistema de ganancias capitalista administrado médicamente, obviamente, como lo ejemplifica la " historia" reciente (véase arriba exterminio médico-NAZI, etc.). Entonces el Estado dimitió ante la iatrocracia (¿quién gobierna entonces?). Así_pues, con lo dicho también queda claro que: no es la tarea ni el propósito de nosotros los pacientes, sanar o reconstituir ningún Estado, sino únicamente defender nuestra vida, la vida de la gente en general. Por eso, estas referencias a la debacle del Estado, en este documento público, pues imprescindibles para la consciencia de la clase de pacientes, sólo por eso.

Veamos entonces la consciencia de los magistrados de la Corte Constitucional. Puesto que según la Sentencia de la Corte Constitucional: el asesinato inclusive "por piedad" sigue siendo asesinato, pero en caso de que lo cometa un médico entonces está justificado, no es delito, ya no es asesinato sino terapia y además terapia piadosa (¿ingenuidad o sagacidad?, en cualquier caso: fé y compromiso a favor del médico), entonces para los abajo firmantes está claro que: la Corte Constitucional fue totalmente incompetente para comprender la identidad entre terapia y terrorismo, pues no estuvo en condiciones ni en la disposición de oponerse a las consecuencias nocivas previsibles -como el exterminio de pacientes arriba mencionado-, sino que la Corte Constitucional confirma -en sí- que terapia es terrorismo pero actúa en contra de su propio buen juicio sometiéndose inconstitucionalmente, ilegalmente y abiertamente a esos imperativos ajenos y por eso profirió la Sentencia 239/97 a favor de la eutanasia, que sólo favorece los intereses (p.ej. impunidad) de la clase médica, pero que está contra la gente.

Por supuesto, después de que un médico asesina a un paciente, entonces solamente se puede hablar de la "dignidad", la " libertad", la "autonomía" y la impunidad del médico sobreviviente, pero jamás de las del paciente asesinado. Para la Corte Constitucional es inevitable el destino prescrito médicamente, por eso se refiere a " la muerte digna"=que muerto se vive mejor que viviendo, que hay "vidas indignas de vivirse" o sea vidas desechables o eliminables, ese dogma totalitario eutaNAZI de origen médico, es un argumento absurdo de remate, metafísica médica para ultratumba, así pues, está claro que la Corte Constitucional confunde la vida con el exterminio, y por eso los abajo firmantes juzgan que se trata de una Sentencia con indicios de que fue hecha por unos magistrados bajo estado de alienación, opresión y sometimiento de origen médico.

Por el contrario, para los abajo firmantes está claro que viviendo se vive mejor que muerto, solamente viviendo se puede experimentar el sentido verdadero de partes de la vida, entonces: un asunto es abolir activamente y colectivamente el sufrimiento causado por la realidad iatro-capitalista, y otra cosa absolutamente diferente e incomparable es el exterminio de pacientes en el interés de la sobre" vivencia" de un sistema asesino junto con su dominante clase de parásitos supernumerarios que son los médicos. Para los abajo firmantes queda claro que: la terapia consiste en que el médico procura mantener y/o restablecer la capacidad para que el paciente permanezca sometido a las condiciones asesinas del capitalismo, de las cuales la terapia hace parte fundamental; y cuando el paciente no está dispuesto ni en condiciones de someterse (p.ej "_heroicamente") a esas insoportables condiciones asesinas del iatrocapitalismo, entonces la terapia consiste en encerrarle o finalmente en asesinarle. Si terapia es tortura, si terapia es asesinato, si terapia es terrorismo, entonces otro asunto absolutamente distinto e incomparable es la verdadera revolución, por no decir: revolució n en virtud y por la fuerza de la enfermedad, que no es imposible sino eficaz, ¡ probatum est ! entonces considérese cosa juzgada popular.

Bogotá (COLOMBIA), Julio de 2006
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