¿Catástrofe humanitaria?
Maquinaciones del Frente de SALVación


400.000 $ están ofrecidos como recompensa. Quien lleve esta octavilla “contra la OMS“ muerta o viva pero en masa al agregado de defensa de la embajada americana en Viena, es decir quien la haga desaparecer durante la guerra actual de Bush [Buschkrieg; Busch = selva], a éste se le dan 400.000$, en la mano o puede agacharse furtivamente a por ellos. Quien la reparta durante la actual guerra de Bush, a éste le amenazan con dolores de Guantánamo. Así el dichoso agregado del Frente de SALVación. Una ponente del Consejo Nacional de Seguridad de Viena ha llamado inmediatamente después y ha amenazado en la misma dirección, pero al preguntarle por su nombre y apellido, colgó bruscamente el auricular. Amenazado con una denuncia penal, y esto desde los Estados Unidos, el agregado ha callado mientras que antes fanfarroneó:“Todas las denuncias en Viena las suprimimos“. Otra vez más el Frente de SALVación está a la cabeza de su catástrofe humanitaria.
Quien todavía no sepa y no vea esto, está necesitado de un desarrollo de una manera casi ilimitada y forma él mismo parte de la catástrofe humanitaria, que haga penitencia y aprenda de nuevo el abecé-ABQ [ABC] en vez de llegar a conocer las armas de destrucción masiva y a sus médicos unilateralmente de una forma totalmente distinta.

¡HACER DE LA ENFERMEDAD UN ARMA!

25. Marzo 2003
3. Mayo 2003
Pentágono a posteriori
Once reclutas han rechazado toda vacunación preventiva y como fundamentación se han referido a la entrada contra la Guerra Iatrobióntica en Internet.
También en China han tomado buena nota de la entrada en Internet ¡ACHÍS! manifestando un interés creciente por ella.


¡Basta de guerra iatrobióntica de los médicos contra todos!
¡Pasad a la ofensiva!

Hace unos meses se propagó, según los médicos, un "virus misterioso". Había muertos. Guarderías, parvularios, escuelas y universidades fueron cerrados. Después los médicos trataron de restarle importancia al asunto. Esta vez pasó esto en Grecia. En este contexto la "Organización Mundial de la Salud" (OMS) anunció que en uno de los inviernos venideros, podría ser también ya el próximo, habría que contar con una "epidemia de gripe" con 100 millones de muertos (¡!). Esto es por ejemplo la población de España y Alemania juntas. También estos muertos tendrán una vez más ellos mismos la culpa de su propia muerte. Así y con estas palabras lo despacharán los médicos, acaso remitiendo a una así llamada "bajada de las defensas", a una "deficiencia inmunológica" de los pacientes muertos, especialmente en los casos de personas mayores, niños, debilitadas, de personas con tal y tal antecedentes. Ninguna palabra sobre el origen de esta así llamada por los médicos "bajada de las defensas" de todos, ninguna palabra sobre la relación archiconocida desde hace mucho entre esta "bajada de la resistencia" y la radiación nuclear que hoy día todos los vivos tienen en su cuerpo, empezando con los lanzamientos de bombas atómicas americanas sobre Hiroshima y siguiendo con las pruebas atómicas nunca paradas hasta hoy día de las cuales se decía ya en los años 50 que "estropeaban el tiempo".¡No se trata del tiempo, sino aquí se trata de la gente!

Decenios después de los comienzos del COLECTIVO SOCIALISTA DE PACIENTES y su ataque contra todo lo médico, contra la ilusión del HEILsalvación (: "SSalud" es un fantasma biologista-nazi que no dice nada más que los síntomas son tales que el enfermo se adapta sin dificultades al proceso de explotación) viene ahora desde Italia la advertencia ante una "guerra de la salud a escala mundial": El terror que producen las mentiras por parte de los médicos abre camino para el negocio de la terapia mortal y echa la culpa del "contagio", fabricado del mismo modo terapeúticamente con supervirus y cosas semejantes, al "contagio". Se declara la enfermedad COMO ENEMIGO por antonomasia que es, dicen, tan terrible que TODO es justificado, todo terror terapeútico y toda medida coercitiva y también muertos en masas porque tal lucha, dicen, pide también sacrificios a escala mayor. Quien habló por primera vez de los "efectos benignos del terror terapeútico sobre el cuerpo del paciente" fue el médico y psiquiatra americano Benjamin Rush, uno de los padres de la independencia de EE.UU. a finales del siglo XVIII. Y Rush no habló solamente sino que también aplicó lo que predicaba.

Terrorismo = Terapismo
Ganancias en masas el objetivo, pasando por encima de montones de cadáveres.

Francis Fukuyama, consejero del presidente americano, advierte mientras tanto sobre el "fin de la humanidad" por la genética. ¿Tener esperanza en el control parlamentario de la genética y las biociencias? Incluso el -según los periódicos- "tan simple como osado" Fukuyama expresa al respecto más bien escepticismo. Bastante torpe parece en este contexto su recurso al "derecho natural" y a una "naturaleza del hombre". El Estado y la política han capitulado ya desde hace mucho ante el poder médico, la iatrocracia.

Cuando la política se vuelve "biopolítica" se juega la nuda vida, advierte el filósofo italiano Agamben. El homo sacer no es solamente sagrado sino puesto fuera de la ley, es decir cualquiera puede matarle. La palabra "biopolítica" (del griego bíos = vida) es un torcimiento del asunto y de los hechos. Siempre que se habla de "biopolítica", se trata de la política de MUERTE, de la política de exterminio, -sea a través de una política de la población, de la eutanazia o de la genética: desde el diagnóstico preimplantacional* y la clonación hasta el "hombre a medida" fabricado genéticamente quien debe aguantar todo esto y todavía más.

* Diagnóstico preimplantacional: El médico como creador, procreador y exterminador: inseminación artificial en la placa de Petri, después examinar los óvulos. Los óvulos inseminados artificialmente que se diagnostican -sea falsamente o no- como "enfermos" son matados, se les tira a la basura, y los supuestamente "sanos" son implantados.

El mundo se encuentra hoy en la fase de la guerra iatrobióntica, de la guerra de los médicos contra los pacientes bajo el pretexto de la salud, ¡y pacientes son todos en el mundo entero, nosotros también, pero nosotros activamente, la multitud de los demás todavía pasivamente!

Esto afecta a todos. Los hechos y las cifras aquí citados darán solamente una idea abstracta. Más ejemplos los hay inumerables. Pero los que leáis esto, ¡traducidlo y aplicadlo a vuestras propias condiciones de vida! Leer números y hechos es una cosa. Pero vivirlo en propia carne y hueso o en sus allegados, es otra cosa.

Muchos se convierten diariamente en víctimas de la guerra asesina iatrobióntica.

¿Cuánto tiempo queréis tragaros todo esto y soportarlo sin pasar a la resistencia y al ataque? La pregunta:"¿Queréis seguir viviendo?" ya habéis contestado positivamente al leer esto. ¿Pero os habéis preguntado ya, si queréis vivir así, de esta manera? ¡Decidíos!

No se trata de mejorar la miseria, de mejorar la medicina. Esta medicina tal cual es la mejor para las condiciones iatrocapitalistas. No se trata de salvarse de la enfermedad sino de revolución en virtud de la enfermedad y estas últimas, la enfermedad y la revolución, no son cuestión de pareceres, sino que existen, están aquí, las tenemos todos en común.

El secreto de la enfermedad es la especie humana. Todos llevan la enfermedad singular consigo para que ésta se haga especie humana. Pero los médicos abusan de y usurpan la enfermedad singular (patocentrismo) para que se convierta, en lugar de en la especie humana, en la especie sustitutiva (¡!) dinero. Esto es una in- y per-versión genocida.

Por lo tanto:

¡Oponed a la clase médica una clase de pacientes!
¡Tomad la enfermedad en vuestras propias manos!
¡Cread en todas partes colectivos de pacientes!

¡Empezad, ahora mismo! ¡Haced algo para vosotros mismos! ¡Haced vosotros mismos frente, frente de pacientes! ¡Haced de vosotros mismos pacientes de confrontación en contra de todos los médicos y en contra de todos los que ayudan a aquellos, sea quien sea!

HACER DE LA ENFERMEDAD UN ARMA REVOLUCIONARIA

FRENTE DE PACIENTES / COLECTIVO SOCIALISTA DE PACIENTES, PF/SPK(H)
Otoño 2002