Tomado de Long letter en www.spkpfh.de (alemán/inglés)

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... Justamente a propósito de esto se debe mencionar que, como en la literatura de habla inglesa surgieron hasta ahora llamadas de atención a favor del SPK (Colectivo Socialista de Pacientes), el movimiento feminista, extendido por todo el mundo occidental, sea sólo en algunas de sus partes y sea sólo de vez en cuando había asimilado muchos métodos del SPK, y hasta lo había hecho mejor. Lejos de ambiciones y envidia, todo por el contrario nosotros nos alegramos, si nos enteramos de procederes llevados a cabo mientras tanto, o al mismo tiempo o antes que el SPK. Pero revisando el asunto desde nuestro punto de vista allí siempre queda la pregunta más importante: ¿contra los médicos o las médicas, contra el iatrocapitalismo, sea del género que sea; a favor de o contra la enfermedad o no?

Bien, tal como podíamos percatarnos hasta ahora, tales partes del movimiento feminista a veces y en sus escritos están contra la medicina dominada por los machos, pero no contra la medicina en su conjunto, están contra la alta tecnología y la medicina reproductiva, pero no contra la terapia en su totalidad, sea aquella "suave", "natural", "humana" o lo que sea. A veces también están contra el machismo y sexismo Reichiano (W.Reich), y también se preocupan por embarazos y por la pregunta de cómo la sexualidad podría marchar mejor. Pero nunca se plantean la pregunta de cómo la sexualidad al hacerse y marchar mejor podría vincularse a la más vieja deidad enfermedad, que se empeña en crear por primera vez la especie humana, usando por lo tanto todos los canales disponibles de la enfermedad como una fuerza de protesta, la enfermedad siendo hasta ahora obligada a recaer sobre los cuerpos, sean del género que sean, afligiéndoles con dolores y enfermedades desgarradores, pero sin embargo de una manera completa, causando así una entidad reaccionaria de la enfermedad, tal como nosotros decimos, de tal manera que cada una y cada uno esté muy inclinado a rechazar. Por lo demás, el tercer momento del concepto de la enfermedad, el autoapareamiento (Selbstbegattung) trata de eso, y de eso dependen bastante las así llamadas fisiología, química, física y no en último lugar la filosofía, que todas juntas no dependen de ninguna manera de expertos y médicos, sino que deben ser hechas colectivamente, entonces creando efectos de identidad revolucionaria, algunos de ellos mencionados aquí en esta carta. Estos haceres colectivos también causaron mejoras y mejorías de la enfermedad, para admitirlo, y tal como se ha hecho notar desde el exterior, llamándolas curaciones realmente milagrosas ("Wunderheilungen"), pero sin embargo no tenían y no tienen nada que ver con terapia, sino que eran y son canales completamente secretos, por no decir ocultos, así: dicho literalmente: manejos underground (subterráneos y clandestinos), abriendo puertas y canales para más protesta, alimentada por la fuerza de la enfermedad y prospectivamente perdurables, debido a la sexualidad, que siempre está vinculada a la recreación y creación hasta el final de la gente en su conjunto, si no inclusive desde sus comienzos, estos últimos vinculados fuertemente a la enfermedad, los demás para hacerse los más y los mejores vinculados a la enfermedad ahora, gracias a la consciencia, a la atención y al concepto de la enfermedad (Krankheitsbegriff).

Pero mientras tanto los médicos trabajan para extinguir la sexualidad y también la gente existente, substituyéndola poco a poco con sus propias gloriosas criaturas de laboratorio, el movimiento feminista está siendo así ya arrollado y aplastado, excepto algunas acciones en retirada contra alguna reificada y por tanto estúpida tecnología de reproducción. Ellas culpan a la penetración, pero no se preocupan por ser penetradas y placenteramente sacudidas o sobresaltadas por la ideología de los médicos de mañana en mañana después de la siguiente noche.

¿O tenemos que pedir perdón, porque la mayor parte de las mujeres ya no se queda embarazada y además pelean como leonas a favor de sus cachorros, sin importar que sean lisiados o lo que sean, contra el frente de los jackers (médicos)?

Para lo demás hay silencio y aceptación. ¿Culto a la naturaleza? ¿Cuánto tiempo más todavía? La diapáthica es lo contrario, pero esto será tratado en otra página, no en esta carta.

(Esta introducción insertada fue hecha por una mujer PF el 17 de noviembre de 1993, Día de penitencia y oración)...

No todos y cada uno, y entre ellos gente muy sofisticada, sabe que también para los pacientes existen canales para expresar su protesta, justo como existen canales para la ahora ya vieja y superada clase del siglo pasado, es decir: la clase obrera.

Todo en general la huelga general ha desaparecido de las casas sindicales, y en el SPK podíamos percatarnos de tal hecho diariamente, cuando mirábamos afuera de la ventana del SPK hacia las ventanas y puertas de los locales del sindicato allí enfrente que –todo por el contrario del ir y venir, hablar y hacer del SPK desde el segundo día de marzo de 1970– era probablemente más comparable a un mausoleo, o mejor: a un dolmen de la Edad de Piedra todavía existente, que a un canal de protesta, a pesar de y contra quien o contra sea lo que sea que hubiese sido antes.

Totalmente al contrario del cuartel general de policía enfrente, la gente detrás de las ventanas de la casa sindical no parecía tener malas intenciones hacia nosotros. Un año más tarde cuando colocamos nuestros carteles en los cristales de las ventanas de nuestro cuarto para las asambleas generales, un año más tarde en marzo de 1971, algunas mujeres de enfrente abrieron sus ventanas haciéndonos señas con sus manos. Cuando estábamos en la prisión, también algunos líderes sindicales alemanes se unieron a la protesta a favor de los "presos políticos", líderes del sindicato, que por lo demás habían pasado algún tiempo en los campos de concentración de Hitler, o mejor dicho: en los campos de concentración de los médicos-nazis como Mengele, Heyde, Brandt, etcétera. Para los pacientes del SPK en la prisión, aquellas protestas a favor de los "presos políticos" pasaron casi desapercibidas, porque los "presos políticos" obviamente no tenían nada que ver con la protesta de la enfermedad de los pacientes encarcelados del SPK (véase nuestro texto El camino de salida de la tortura está empedrado con médicos rotos), sino completamente por el contrario los "presos políticos" se preocuparon más bien por "su" salud inexistente, así pues favoreciendo a nuestros enemigos.

Por supuesto que también la gente de habla inglesa o hispana puede mantener su enfermedad alejada de los médicos, tal como hicimos en el SPK, tal como hacemos en el Frente de Pacientes hasta hoy día. Esto es un canal muy útil para llevar adelante la protesta de la enfermedad, y no debe olvidarse, que la necesidad crea inventos (la necesidad es la madre de la inventiva).

Si todos los trabajadores, ellas y ellos, hubieran decidido hacer una huelga general permanente durante toda su vida contra los médicos, entonces ni la policía, ni los militares, ni ningún gobierno podría asfixiarla ni siquiera esconderla o silenciarla.

Por supuesto, usted puede retirar su enfermedad, exactamente igual que como puede retirar su fuerza de trabajo de la industria. En el último caso tiene que exigir salarios más altos. En el otro caso no tiene que exigir nada, porque los pacientes tienen que hacerlo por sí mismos, ayudándose uno al otro, gustando de la enfermedad en sus más feas formas de expresión, aprendiendo a controlar todas las condiciones ideológicas, económicas y sociales alrededor, cambiando de esta manera y además de eso muchas cosas de un modo efectivamente revolucionario.

Más y más canales surgirán de eso, y algunos lo bastante buenos para poner y mantener la protesta de la enfermedad en marcha. No hay ninguna necesidad de volver la vista atrás hacia viejos y bien establecidos canales del pasado.

Bien, otra vez estoy, eso espero, suficientemente alerta gracias a mi dolor fundamental de que si hago uso aquí del significante "huelga general"*, tengo que tener en cuenta reproches, tales como el de sufrir de tendencias ambiciosas o hasta de megalomanía. Hace algunos años tales reproches surgieron contra el SPK en la literatura de habla inglesa y justamente hemos traído algunos de aquellos libros a nuestra casa al regreso de la Feria del Libro en Londres.

Por lo tanto aquí tenemos que presentar algunos detalles más y otras memorias acerca del SPK en marzo de 1970.

En marzo de 1970 había llamamientos generales y exigencias en la prensa que pedían entregar a los pacientes del SPK a los médicos, en caso de necesidad o en caso de que el colectivo no pudiera arreglárselas con algunos casos graves. Pues bien, el colectivo pudo arreglárselas y nadie quiso entregar o ser entregado. Así pues, una "huelga general" permanente contra la clase médica. Justamente por el contrario, los médicos remitieron a antiguos pacientes-médicos, que ahora insistían en ser remitidos al colectivo de pacientes, al SPK.

No llevaron consigo ningun escrito de ningún médico o de quien fuera, cuando vinieron, no se les pagaron sus gastos para el transporte, si lo necesitaron, no obstante nosotros mismos, por supuesto, lo hicimos con nuestros propios coches, si nos lo solicitaron.

Los médicos, pertenecientes al consejo general de la Facultad de Medicina, p.ej el director de la Clínica Dermatológica y de Enfermedades Venéreas, nos enviaron también espías, justo en marzo de 1970, entre ellos a una belleza de estudiante joven de medicina, a quien el jefe de la mencionada clínica había ofrecido más ventajas financieras, si ella tenía éxito. No habían pasado aún los primeros quince minutos y una conversación corta* sobre la identidad política, ideológica y revolucionaria, cuando la mujer-espía reveló la razón de su venida, uniéndose a los pacientes. Ella participó en el SPK durante dos meses, yendo también con sus novios hechos allí a sus casas, pero entonces decidió seguir sus estudios en otra universidad de Alemania o en el extranjero, porque su médico-jefe, allí en Heidelberg, la había dejado y hasta parecía desconfiar de ella. Por supuesto en este caso de espionaje no había estado involucrado uno de aquellos, posteriormente llamados por los médicos, "círculos secretos de fotografía ".

Sólo algunos pocos ejemplos de canales de la enfermedad en protesta, marzo de 1970:

• El 5 o 6 de marzo hubo una llamada telefónica – justo en medio de una discusión con un líder anarquista estudiantil, quien por lo demás estaba justamente a punto de retirarse de Heidelberg a causa de, como era de esperar, su suegro que era uno de los más altos jueces de Alemania Occidental, según comentó, y él se estaba retirando para hacer sus exámenes, condición principal para lograr un matrimonio exitoso con la muchacha de elevada familia, según añadió – justo en ese momento hubo una llamada, de que una niña de 8 o 9 años, quien dormía en el piso superior de una cama (su hermana mayor en el piso inferior de la cama), acababa de caerse de la cama al suelo y ahora sufría de una laceración en su frente. Ella estaba en casa con su madre.

El colectivo decidió enviar a un paciente allá. Después de aproximadamente 3 horas, el paciente volvió, diciendo que había cosido la herida, ayudado por la madre.

El gran líder anarquista continuó hablando y llegó a la conclusión, de que el colectivo de pacientes ya desde sus comienzos sufría de absentismo político, tal como había sido probado justamente aquí en las últimas tres horas por medio de una evidencia circunstancial muy significativa (el hombre era un estudiante de derecho) y que por lo tanto él se veía motivado a arriesgar la predicción, basada en la experiencia aquí y ahora, de que el colectivo de pacientes se acabaría tal como el movimiento estudiantil revolucionario había terminado hace tres, o digamos: hace dos años, sucediendo, con respecto al colectivo de pacientes, aún más rápidamente, es decir: dentro de algunas semanas debido al absentismo político.

Cuando el gran líder - vestido de negro desde los pies hasta el pelo definitivamente sin corte y con gafas oscuras ante sus ojos - había terminado y abandonado los locales del SPK, algunos de nosotros arriesgaron interpretar el acontecimiento en nuestros propios términos. Conclusión: una vez más habíamos retirado la enfermedad de los médicos, de los cirujanos en el caso citado, pero tuvimos que guardar silencio sobre esto, mientras la madre cuidaba de la niña, haciendo a la madre ocuparse de la temperatura, porque si surgían complicaciones como por ejemplo tétanos, las consecuencias punibles podrían golpear a todos nosotros.

Pero como nos callamos nuestras bocas sobre aquello también posteriormente y hasta ahora, nada pasó y algunos días más tarde la madre vino con la niña para que le quitasen los tres o cuatro puntos. Lo hicimos con nuestras manos bien lavadas y con un cuchillo, limpiado con fuego, estando la niña muy contenta entre tanta gente, la mayoría conocida por ella, inventándose a propósito un juego vinculado a la enfermedad en revolución, por lo demás: un punto sacado en una hora, porque ella mientras tanto prefería excursiones por todos lados alrededor en los locales del SPK y afuera en las tiendas.

• Aproximadamente medio año más tarde nos enteramos de la propaganda en los medios por parte del jefe de Heidelberg de todos los neurólogos en Alemania Occidental, que todos los médicos esperaban a ver qué sucedería, si algunas mujeres del SPK quedaban embarazadas. Por lo tanto recogimos informes de mujeres quienes en el pasado, y por tanto sin ninguna relación a las posteriores actividades del SPK, quedaron embarazadas y habían ido a un médico para un aborto. Los médicos les habían ordenado conseguir sangre de un matadero, colorearse los lados interiores de sus muslos y volver nuevamente (al médico), así fingiendo un caso muy severo de emergencia en los comienzos del embarazo. Tuvieron que entregar a los médicos la cantidad de dinero requerida para y debido a las precauciones, y venir posteriormente, a fin de tener sexo, siempre que los médicos quisieron. Durante los siguientes meses se acumularon aproximadamente media docena de los informes mencionados que por lo demás nunca necesitamos.

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