Tercera parte de los tres textos fundamentales
IATROCLASTIA
La introducción del siguiente texto ha sido escrita por nosotros a petición de los editores de la revista trimestral italiana ASSEMBLEA.
Introducción
La magia dominante es la magia de los dominantes (iatromagia).
Pero magia es método y actividad. Siempre. En el fondo, sin embargo, la materia enfermedad, la enfermedad materialista y universal, la enfermedad autónoma, gestionada por sí misma, patenciar (patenciar, no potenciar, ¡elevar la enfermedad a fuerza de la enfermedad, intensificar y reforzar la enfermedad por enfermedad!) [pathenzieren, nicht potenzieren - -, Krankheit mit Krankheit steigern!], fundamento no sólo de la explicación de todo (¡iatrocidio en lugar de homeopatía!, ¡patastría en lugar de astrología!, etcétera, etc.); ¡ningún espiritualismo ni diagnósticos, ni cosas de técnica [Technizismen]! Ninguna medicina en absoluto, ninguna medicina para ninguna enfermedad: se trata de la guerra patopráctica.
Algunos presos italianos preguntaron por una cultura revolucionaria de la enfermedad (ASSEMBLEA Nº 6, Junio - Agosto 1984). El artículo siguiente puede ser una contribución. Es el resultado de experiencias que tuvimos que exponer en 1979, ciertamente ante la gente falsa, pero al menos así podíamos hacerlo público. Cómo comenzó todo, sobre eso informa una toma de posición de Jean-Paul Sartre.
En el Collettivo Freudiano hasta ahora los Pacientes de Frente todavía tienen la ocasión y la posibilidad de tomar la palabra. Esta vez sobre el intelectual y el arte. Pacientes de Frente del Frente de Pacientes (Patientenfront, PF): raíz fundadora del Colectivo Socialista de Pacientes talado pero en contra de informaciones falsas, nunca prohibido ni proscrito. Iatroclastia, elegida autónomamente por nosotros mismos, después de Iatrocracia (1976) y Iatrarquía (1977) expone principios fundamentales. El enfoque experimental es la termomimética que devuelve el intelecto a la Tierra, de donde proviene (intelurecto) y despide al arte (educación, arte de gobernar y eutanasia, igualmente) así como al médico que ha abdicado, definitivamente. Había que elaborar de nuevo conceptos fundamentales de teoría de masas y antropología ... . En el camino desde los somatotermas a la vida indigna de ser vivida ["lebensunwertes Leben", fórmula iatronazista). |
L(o)stile
Armando Verdiglione
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Con "agresión", iatroclastia no tiene absolutamente nada que ver. Desde consultorios médicos, gabinetes y estudios de toda índole y desde libros de latín, la agresión tiene un hedor que no sólo sube hasta el cielo, sino que hiede a higiene racial. Enfrente de ésta: la iatroclastia: ¡la inteligencia de la Tierra común a todos, la inteligencia de los estúpidos, la más vieja y la más nueva, su intelecto, la confrontación en lo telúrico, extendiéndose, haciéndose conocido y perceptible [ruchbar gewordene Auseinandersetzung; ruchbar, también en connotación con: olfato, olor, hedor, véase también en hebreo: ruach]! Inteligencia es intelurencia. Como revolución, revolviendo el estómago y la Tierra, como proceso infeccioso patomágico [Ansteckungsprozess, doble sentido, aquí: prender fuego a algo o a alguien, compárese también: ¡estoy calenturiento!), la intelurencia está más cerca a la fusión nuclear, pero está fuera de relación con la política de agresión.
¿Lozas rotas traen suerte? [Scherben bringen Glueck?]. Pero ya no queda nada por romper, ni siquiera el acto mismo de romper. Los átomos ya están rotos. También su rompimiento. Al final momentáneo del rompimiento del átomo se encuentra la clínica de einStein (piedra monolítica). Aparentemente sólo en Nueva York. Al principio de las rotas Tablas de la Ley está ENTELLO; POR TANTO Moisés con los Diez Mandamientos ("Yo soy el Señor, tu médico", Éxodo 15, 26). FRIEDRICH ENGELS rompió a los iconoclastas y a los maquinoclastas tanto por escrito como verbalmente. La iconoclastia sigue siendo rota sin suerte todavía hoy en día, analíticamente y siempre en la búsqueda de la sexualidad perdida. La teoría osteoclástica del siglo pasado, que quería explicar al menos la llamada muerte "natural", a saber atribuyéndola a la caries de los huesos [Knochenfrass], aquel mayor logro médico del rompimiento, ha sido roto por el tiempo. Romper el rompimiento, esto funciona. Pero el HEIL (el curar, sacro, salvación) no puede y no quiere curar ni curarse.
Leyendo en las entrañas de sus víctimas, seres humanos y animales, leyendo [lesend, en alemán tiene doble sentido: leer, recoger, cosechar, escoger; del latín: legere], entera-legens, inter-legens, inteligente y con perspicacia [einsichtig, literalmente: mirar hacia adentro, compárese también: (lat.) perspicere = mirar a través de algo], augures sonriendo maliciosa y pícaramente: así conocemos a los sacerdotes médicos ya desde la tradición antigua. Arrancando las entrañas de los que todavía no son capaces de defenderse de otro modo, escogiendo y eligiendo uno al otro, formando élites, esto es su arquetipo seco como paja, su elictus, su inter-lectointelecto, desde HERÁCLITO hasta C. G. JUNG y HEIDEGGER, desde el Dr. Mengele-Auschwitz hasta la tierra quemada y más allá.
El experimentum crucis del intelecto telúrico, del intelurecto, es la fiebre consuntiva, la ira y la cólera corroyente en el vientre, primero vomitando todo en bilis, luego enemigo de todo egocentrismo y patocentrismo* : hambre de sociedad [Gesellschaftshunger] y disolución de toda estructura [Gestaltaufloesung] ambas en uno [in-Eins, aristotélico: al mismo tiempo), intelurecto, ¡directamente! No hay ningún entre-en medio de sea lo que sea o sea quien sea, ninguna mediación.
Entonces, piénseselo una vez más y bien: solamente los entera encephala, cabeza y vientre, son inter-legens. Y siguen siéndolo todavía con vientre demasiado lleno, todavía entre las comidas, incluso todavía entre las líneas y de vez en cuando a contrapelo. Aproximadamente entre mesencéfalo y mesentérico, en pocas palabras: inter-lectual-mente lame y gotea el sabor y el gusto, los buenos [leckt der Geschmack, der gute]. Porque "la cabeza es la máquina frigorífica del vientre", dice Aristóteles, el Mejor. Pero el intelecto lector tiene su venia legendi solamente para la arena movediza, los fenómenos concomitantes de la DE-lirancia iatroclástica. En el caso dudoso inter-legal de la legalidad, es decir en el caso normal se hace hasta iatro-legal. El intelecto o es iatroclastia o es terapeuta de la selección.
No, ningún retorno a la naturaleza. De ninguna de las partes. El HEIL (lo sacro) es sobrenatural y suprasensorial y por eso puro de cicatrices. Cubierto de cicatrices sería arcilloso, de barro, terra = sequía [terra = Doerre]. Las cicatrices están siempre en el lado de los estúpidos, de los mente capti (mentecatos), de aquellos con los sesos heridos, de aquellos con los sentidos destruidos, de los terrucos, cierta y verdaderamente, yla estupidez y la destrucción de sentidos por su parte son cicatrices. Esto los hace tan intelectuales, tan subterráneos, en una palabra: intelurentes.
Lo que queremos que tenga presente en esta introducción es solamente esto: Las cicatrices son primero los profetas y anunciadores de los estúpidos, terrucos y mentecatos anticipando el tiempo que hará en el futuro, terremotos y grisús, y segundo: las cicatrices son los abismos de nuestros destellos anamnésticos de inspiración. Esto antes de nada.
Las cicatrices están resistiéndose a y burlándose de cualquier simbolismo vaginal, cualquier teoría de castración, cualquier descripción y cualquier otro escalpelo. Las cicatrices no obedecen [hoeren auf: escuchar, obedecer] ni a la amnesia general de NIETZSCHE en beneficio de los médicos-como-super-hombres [Arzt-ueber-Menschen], ni escuchan u obedecen [hoeren auf] a sus reprimendas contra los resentimientos de "los que salen siempre perdiendo". Y tampoco escuchan ni obedecen a las recomendaciones mnemotécnicas de SCHOPENHAUER favorables para la salud. No cesan del todo [auf-hoeren], sino que siguen presintiendo todo con anticipación y siguen nuevamente la pista de todo [ alles vormerken, allem nachspueren]. Se obedecen patológicamente a sí mismas, hasta el encoñamiento consigo mismas, siendo súcubos cohabitando consigo mismas [hoerig nur sich selbst, Selbstbegattung, véase Hegel] hasta la automediación, liberándose de la polaridad en lo sexual [bis zur geschlechterfreien Selbstbegattung]. Ésta es su relación básica con la sexualidad.
Sabemos, y no solamente desde ayer, qué intenciones había detrás de la "obediencia servil erótica" y la "servidumbre" [Hoerigkeit], un término utilizado por los médicos -ajeno a su disciplina, pero abusando de la ley- para traducir el primer rompimiento total de la relación entre médico y paciente a una lengua tan significante -siendo el monopolio médico de interpretación- como eficaz al recurrir al castigo y a la "justicia" como su apéndice: 268 meses de prisión, por falta de insecticidas más eficaces (SPK, 1970).
Pero la clari-audición y la agudeza auditiva, tejidas por cicatrices, constituyen una infección de masas, porque su órgano central es la Tierra. Ésta es la fórmula de nuestra inmediata realidad patomágica de la experiencia cuando se trata de cambiar lo que está aquí al contagiar con enfermedad [das Andersmachen des Soseins im Kranksein].
Ninguna prescripción, ninguna receta, sino fórmula de producción: principio de la iatroclastia: Tierra y masas puestas en cortocircuito a través de contagio, ignición e inflamación[Ansteckung]. En el sentido estricto, se trata de una manera de tejer dispersada extensivamente, ninguna fórmula y de ningún modo en el sentido de tellexitur, brevemente: textura de humanistas de libros de latín urdiendo complots entre gobernadores (siempre, en consecuencia, dirigidos contra las masas).
La fórmula clásica del contagio de masas está sobrepasada por la realidad de la enfermedad (desde SPK 1971), fórmula aquella incapaz de comprender y abarcar a esta realidad de la enfermedad en tanto que libre de médicos.
Principio iatroclastia: las masas se producen y tienen lugar como un único cuerpo de la vida ilimitada repeliendo triunfalmente -mientras que su producción se hace siempre más madura, es decir en lo telónico- todo asunto médico de procreación y alimentación, todo estamento nutritivo, educativo y militar de Platón [Naehrstand, Lehrstand samt Wehrstand].
Quien funda las teorías de masas en el amor, esa media porción de Eros, no pertenece al médico tan sólo porque él mismo lo es. En la fórmula estructural de la teoría de masas, compuesta de amor, privación de amor y familia, tesis, antítesis y reconciliación, lo que es igual a institución, antiinstitución y salud, falta, desafortunadamente, el elemento más importante con respecto a su autoría: la diada arcaica médico-paciente. Según experiencias iatroclásticas de amor, esto no puede ser de otra manera. La diada médico-paciente no es sino el así llamado IN-div-iduo. Es cierto que éste está calibrado y estandarizado sumamente bien en la temperatura normal. Pero ya en unas fracciones por encima de los 37º grados está situado su punto de fusión contagioso, infeccioso e ignífero [infektioes]. El "individuo" conoce el contagio, la ignición e inflamación [Ansteckung] solamente como miedo a ser contagiado, encendido e inflamado. Para que se nos entienda bien: como miedo al contagio [Ansteckungsangst], inclusive a bichos e insectos, bacilos, virus, hijos deseados.
En el sistema de fórmula estructural de toda teoría de masas, compuesto de salud, reconciliación y familia, y en toda la política en general, falta la enfermedad [ist Krankheit nicht drin]. El miedo al contagio de los bien temperados está politizando a los febriles a cada paso. ¿Y con qué? ¡Con salud!
Lo contagioso, lo infeccioso e ignífero del proceso contagioso es a saber, nominalmente y por supuesto el calor. El calor funde y derrite el participar y el colaborar en el hacer todo de una manera distinta [schmilzt das Mitmachen in das Andersmachen um]. Nada que ver con espectáculo, enseñar o engañar [vormachen], nada que ver con imitar, ningún teatro, ninguna escuela, nada que ver con transferir, nada con identificar, nada con sugestionar, nada con hipnotizar, ningunos superhombres y ningunas tribus primitivas [keine Urhorden], ningunos caudillos y ningún carisma. El calor es la mímesis del hacer todo de una manera distinta. Ni siquiera la forma más fuerte puede soportar esto, ninguna fórmula, nunca.
Iatroclastia incluso contra la arqu-iatría e incluso ablandando piedras: minerales como virus, bichos parecidos a ganado y hortalizas microscópicamente pequeñas como especies de bacterias y tribus de microbios juntándose, están aquí, empiezan, parten en pedazos [ent-zwei], porque el calor atraviesa de parte a parte , invisible [uebersehbar], inaudible [ueberhoerbar], pero ignífero [ansteckend].
Todas las semi-medidas erógenas [erogene Halbheiten], recibidas y emitidas en los alrededores de la enfermedad, esto quiere decir: señales como asco, dolor, mal olor, acusación y querella actúan como gérmenes de la dinámica termomimética en dirección a la especie humana, fundida, por ello in-dividuada: pendiente de ser realizada [zu machendes Gattungsindividuum] por iatroclastia, estas señales hacen que uno percibe y siente calor y está aturdido [benommen], intelurecto, y por eso están forjando un esquema corporal, que consiste de masas y desarollándose en masas. El esquema térmico de la encarnación imponderable e ingrávido. Un cuerpo gigantesco, como nubes, suspendiéndose en el aire, siendo libre de toda estructura [riesiger Schwebekoerper], pero solamente igual a lo de los minúsculos virus y bacterias in situ, en los intestinos. Intelurecto prototípico, al mismo tiempo antibiótico iatroclástico de todo tipo y modelo.
¿Pero cómo se da la posibilidad de la iatroclastia (en el sentido de: las condiciones de la posibilidad de juicios sintéticos a priori [Bedingungen der Moeglichkeit synthetischer Urteile a priori], c.f. Kant) con respecto a cada vez más deformaciones, impedimentos [Behinderungen, ¿quién y qué impide?], disminuciones, discapacitación y trastornos [¿quién o qué trastorna a quién o a qué?]?, ¿cómo cuadra lo uno con lo otro?, ¿como es compatible lo uno con lo otro? ¿Deben los retrasados al fin y al cabo servirnos de modelo [Vorbild]? ¿Iatroclastia coagulada? ¿Nosotros, las prótesis artificiales de la mano del médico, somos los monstruos?
Quien pregunta así, no pregunta realmente. Él vive de eso, gana su vida con aquello. Y en la mayoría de los casos no malamente.
El calor no vive ni del amor ni de la privación del amor, tampoco vive de la compasión, ni mucho menos del aire y del viento, ni de los aspa-vientos que hace el amor de las penas, y por amor al amor. El calor consume la Gestalt [configuración, molde, forma, estructura, figura, estatura], como lo hace toda enfermedad. Sus víveres consisten en la vida de la iatroclastia en todo tipo de desperdicios y de apariencia bien formada [Wohlgestalt].
La enfermedad no es sólo dialógica y
dialécticamente firme y sólida contra cualquier deprivación [entzugsstabil],
sino que es legendariamente firme y sólida en la ejecución de la pena [im
Strafvollzug] y en ésta la enfermedad es en efecto contagio, ignición
e inflamación [reale Ansteckung] como lo es por lo demás solamente el
mito, el reguero ignífero de pólvora.
Privación de alimentos, hambre y sed
consumen solamente la estructura [Gestalt] pero no la sustancia,
que es el calor, el estado co-participante del ser [mit-teilende
Zustandsweise] tiene la estructura [Gestalt] contra sí, la proporción
(véase abajo), pero no el frío, ni siquiera en porciones.
La verdad de la Gestalt, su cualidad [Gutheit, Guete] y su belleza serían perfectas a menos 273,16 grados (-273,16º) Celsio = 0º Kelvin. Esto es quizá lo más preocupante con respecto a la arché [Das ist das wohl Bedenklichste an der Arché]. Incluso a médicos, se dice, les ha llamado esto la atención. Para el Dr. med. J. Robert Mayer (metamorfosis y el equivalente mecánico del calor, el asunto con las calorías) resultó de esto un tratamiento forzoso de por vida, y esto incluso entre sus colegas en Heilbronn (ciudad alemana, literalmente "fuente de la salud / salvación").
El calor ni existe en latencia, ni en mitades. Y la Tierra como órgano central de contagio, ignición e inflamación y de las masas [als Zentralorgan von Ansteckung und Massen] es siempre el medio verdadero [a-letheia] del sinsentido más efusivo, de la efusividad estúpida de los afectos. La astronáutica enseña esto inclusive a aquellos que todavía no lo sabían, lo más tardar en su retorno a la Tierra. ¿Y el Cielo? En el Cielo está el buen papá doctor Dr. med. LE BON (1789 y sig.), médico de cabecera claustrofóbico, maestro de escuela [Schulmeister] de la teoría de masas ya desde hace mucho. Y Joseph Goebbels (1945 y sig.), su último alumno modélico [Meisterschueler], el airoso - ari-oso ventilocuaz propagandista de Hitler [Propaganda-Luftikus], probablemente también. La psicología de masas del fascismo de W. Reich (1933 y sig.) sigue restringida a la familia. Cada médico de cabecera medianamente moderno (1968 y sig.) está encargándose de ello.
Principio iatroclastia: todas las respuestas y desde luego también todos los sistemas de producción, reproducción y excreción están epoché, es decir extinguidos. Hasta la pregunta inocua en forma de la pregunta sobre la buena digestión y su figura de barro [Lehmgestalt], en ocasión de la ronda dominical del médico a la sala privada, la pregunta sobre el penúltimo Golem cae bajo los juegos hermenéuticos de viento [Windspiele], omina numinosas de la iatrarquía gemiendo bajo los pedos golemísticos. En cuanto al así llamado cuerpo del, bendito sea, presidente del tribunal SCHREBER, siendo Gestalt ahora como antes: desde luego también. Principio iatroclastia es la pregunta, averiguada con rigor científico como pregunta [Frage, streng wissenschaftlich als Frage erfragt], o pregunta instintiva-mitomaníaca-termoespecífica [triebhaft-mythoman-waermespezifisch], o se-lección, iatroinquisición se-lectiva. Sobre infierno, salud [HEIL] y crematorio vamos a volver polifónicamente [fuglich] más adelante.
La con-siguiente pregunta de principios sobre lo iatroclástico [die Frage nach dem Iatroclastischen]: concerniente príncipe-idad [Prinzenschaft], príncipes y princesas, evoca al cuerpo flotando en suspensión [Schwebekoerper] de calor, mímesis y masas. En ningún caso al bufón de la corte, ni al mundano, ni al de Dios, ni Augusto ni Job. Porque: ésta, nuestra príncipe-idad, está dispuesta por enfermedad contra la Gestalt [ist der Gestalt abhold], y eso por principio. Así pues podemos suponer nuestra príncipe-idad en todas partes y en ninguna parte, pero en ningún caso individuada en la Gestalt y en los que representan la Gestalt [Sachwalter = administradores]: los arqu-iatras, en cualquier esquema de cultura y príncipe-ría. Nuestra exigencia consiste en incrementar el calor hasta tal punto que se convierta y se rebele en un estado de fiebre, superando los límites de cualquier estructura [Gestalt]. Incluso la tiesura y la rigidez [Starre] tienen que ser libres de la Gestalt, o al menos deformadas, pero nunca rigor mortis (rigidez cadavérica), más bien parecidas a una mueca sardónica [risus sardonicus, sardonische Grimasse], en caso necesario.
Nuestra príncipe-idad, nuestros cuadros, héroes y vanguardias, si se quiere, consisten en los monstruos termomiméticos, precisamente en los que exceden la capacidad de la computadora central y tanto más el poder de imaginación [Vorstellungskraft] del cartel de búsqueda y captura. El impulso interrogativo, el impulso mitomaníaco [der mythomane Fragetrieb], en tanto que piensa excepcionalmente (¡campo electro-magnético!, actualidad ignífera), en todo caso no piensa en absoluto en separar la príncipe-idad de las masas. Por ser enfermo [krankhaft] se alimenta de y consume todas las diferencias de forma, hasta el punto de olvidarse de sí mismo [zehrt er sehr selbstvergessen von allen Formunterschieden], fundiéndolas y convirtiéndolas, y, lo que es lo mismo, sigue alimentándose de ellas [zehrt auf], se olvida de la respuesta, quiere permanecer en la pregunta, hasta el rebosar hirviendo, y no responde pero respondede todo [antwortet nicht, verantwortet], está pre-cisando una realidad DIFERENTE, a despecho de la realidad existente [prae-zisiert das ANDERS dem So-Sein zum Trotz].
El calor no es sólo infrarrojo. Es inclusive iatroclastia en contra de toda luz externa: de color carne como el ardiente núcleo de la Tierra hecho de hierro niquelado, color encarnado hostil al frío, carne centelleante y oscilante, aquella con las rayas transversales en las células del músculo del corazón y aquella lisa en el estómago, que genera y disemina su propia luz. Ninguna pantalla, ningún oscilógrafo de rayos catódicos pueden capturarla y detenerla. Un cuerpo telúrico iluminando desde su propia fuente, un cuerpo que se libera a sí mismo de cualquier estructuración [Gestalt]: intelecto iatroclástico.
Está permanentemente en danza, pero es algo que se sale de la rutina, que no cuadra, en lo cual es perceptible esta revolución. [Er ist dauernd auf der Walz und in Dauerumwaelzung].
Para los ciudadanos sanos, atentos a su imagen y que prestan mucha atención a las calorías, aquello es una señal de alarma, para los políticos es un precio-para-el-progreso hasta ahora todavía pagable, para los médicos una oportunidad lo suficientemente buena para lanzar una campaña de eutanasia detrás de otra, al estilo WFMH (Federación Mundial para la Salud Mental): alevosamente, y a través de publicidad encubierta, aquí, por tanto claramente dicho: deben ser dejados tiesos-fríos, deben ser matados [kaltmachen], primero porque son costosos, y segundo porque son monstruos [erstens sind sie teuer und zweitens Ungeheuer].
¿Quiénes son "ellos"? Antes que nada son los que no tienen nada para ofrecer, nada para diseminar, a no ser que sea un pedazo de calor de fusión, hecho frío, inofensivo e inocuado por el mito de movimiento molecular Browniano, los engendros, los abortados [Missgeburten], los monstruos, los deformes, los displásticos, precisamente los toscos y groseros, trinchados y bífidados [grob-schlaechtig, cf. a-syn-métrico] del tipo constitucional así llamado ictafino y de-caído [hinfaellig]. Pues aquellos con las dimensiones duplicadas [zwie-schlaechtig], aquellos con los hinchazones enormes por encima de sus traseros, aquellos con la cabeza ránula sin cerebro, aquellos con demasiada mano y pie, demasiado poco y sin, con mascarones gárgolas [Wasserspeier, ingl. "waterspouts"], los mongoloides y siameses, etc., brevemente: todos aquellos a cuyo intelecto caliente como la Tierra es atribuido el nombre becerro lunar [Mondkalb] para hacernos olvidar que su intelecto todavía sabe del calor terrestre. Según experiencias no aún tan viejas, hasta el humanismo más inteligente, el intelectual humanista, prefiere relacionar el intelecto, caliente como una vaca, como se acaba de esbozar, con todo, excepto con la Tierra. Y mucho menos desde luego, consigo mismo, pero más bien con la tierra sucia y fangosa.
Así en el Colectivo Socialista de Pacientes, a último minuto y tan-fácil-vienen-como-fácil-se van, y por seguir aferrado obstinadamente al esquema corporal de la revolución, decididamente orientado a lo telúrico, en la primavera de 1971 perdimos a nuestros últimos aliados: un representante de la Humanistische Union del Oeste y un intelectual marxista del Este: "Camaradas, una cosa debe estar tan clara como la luz del sol: Una revolución en virtud de la enfermedad es una idiotez [Schwachsinn], tal revolución nunca pasará, ni siquiera con vosotros", dijo dirigiéndose a la salida (de la RDA a la URSS) [sprach's in Richtung Ausgang]. Y es directamente allí, junto a la salida, donde la certeza puede ser encontrada. (Nota apuntada en el año 1979). ¡En el acto y en el hacer [In der Tat]! Solamente la certeza de la enfermedad, tan segura como la muerte, crea y produce [schafft]. Tal como el calor de la Tierra durante el invierno produce la separación como hielo de fondo, y la comunidad de la especie humana [Gemeinschaft der Gattung]. La certeza es el mecanismo de la enfermedad, el eje terrestre de lo intelúrico en la corriente térmica iatroclástica.
Lo más importante respecto a la certeza es esto: crear [schaffen]. HEGEL, con bastante dificultad, ha abolido la certeza sensible, MARX la verdad y la certeza del espíritu (contexto del deslumbramiento y de la obcecación, crítica a la ideología y al idealismo) y FREUD, a través de su voto final tanatófilo, incluso la certeza del HEIL (curación) [Heilsgewissheit] Lo que queda por crear, en todo momento y en todas partes, es la certeza de la enfermedad en todos, en cada uno y cada cual.
Esta certeza, activada como mecanismo, está re-volucionando todo, la reversibilidad, desde dentro hacia fuera, nauseando hacia fuera [das anekelnde Auswendige], el crisol exteriorizante de todas las Gestalten (configuraciones, moldes, forma, estructura, figura, estatura), sentidos, signos y significantes (Lacan, Sartre), de todas las ponderabilidades y pesos, de toda orientación, de todas las instituciones y reglas [Aus- und Einrichtungen], simetrías y sistemas métricos cualesquiera.
El calor suelta todo, no hay nada que no pueda ser dejado aparte [Der Waerme geht alles ab]. No sólo peso y Gestalt, proporción, función y estructura. No hay especialistas médicos para el calor. Para lo demás existen especialistas médicos para todo. Por ejemplo logopedas, ópticos y otólogos, dermatólogos y psiquiatras, internistas y externistas, balneólogos y quién sabe qué más, pero el calor, especialmente como fanal de fiebre, fiebre-fanal, es cuerpo liberado. Nada con sentido (significación) y comprensión, sin pan, es decir: no hay dinero de por medio, nada para especialistas médicos, pero síntoma para cada uno, un síntoma común [Allerweltssymptom]
Es por la fiebre por lo que los médicos mandan a uno al depósito de cadáveres (sueño hibernal artificial, neuroléptica, compresas de hielo), a los trópicos (cura de malaria, pirifer), a los obuses (ojivas nucleares, bombas de cobalto) o al frente tormentoso (detector de mentiras, electrochoques).
En el calor no sólo el núcleo terrestre se cruza con la carne, sino también la más criminal ligereza en la mente [straeflichster Leichtsinn] con el intelecto más profundo. Siendo síntoma de la concienciación total de la realidad [Symptom totaler Realitaetsfindung], síntoma por excelencia, todo cae en el calor [faellt der Waerme alles zu]. Cada uno lo lleva consigo. No hay frío sin calor. La certeza [Gewissheit] es el mecanismo de esta relación entre el calor y el frío, una relación solamente en dirección del calor hacia el frío, irrefutable en los escalofríos que empiezan con la fiebre. Una certeza contundente incluso en la conciencia de uno [Gewissen], cuyo ardor precede al frío.
Presupuesto el estado termomimético de calor, todos los cuerpos están formando un solo cuerpo, constituyendo así una conexión mágica-IN-FORMacional en la cual forma y Gestalt ya estuvieron derretidas, estando enfermas en simpatía. Presupuesto el estado termomimético de calor, todos los cuerpos terrestres y celestes, los calientes y los fríos, están constituyendo coherentemente un único continuum areal, una conexión terrestre expandida y extendida: el intelecto más profundo, el tellus* gigante olvidado (plato, disco) [Riesenteller], Teller (plato) cuya determinación no es el comer [Essen] sino el hacer olvidar [verg-essen] que todo y cada uno tiene que seguir siendo como es [des Soseinmuessens], lo que es un asunto de la concienzudez, que digamos una concienzudez obsesiva y anancástica, destino, y la más criminal ligereza en la mente [straeflichster Leichtsinn], es decir: ningún sentido en absoluto, ningunos sentidos [ueberhaupt kein Sinn, keine Sinne], sino conciencia de simpatía como certeza de la enfermedad en contra de toda Gestalt respectiva [gegen die jeweilige Gestalt].
*(Nota de la versión inglesa, aunque supérflua en nuestro contexto).
Telúrico
(tellur -, tellus: Tierra, personificada en la mitología romana en Tellus, la deidad de la Tierra y los matrimonios y la fertilidad, asociada a la griega Gea).
1. terrestre
2. siendo o relacionado con una corriente eléctrica natural cerca de la superficie de la Tierra.
Telurio (tellus): un elemento semimetálico.
El punto es que en el continuum corporal empapado totalmente por el calor, nunca puede ser el punto central o el centro, ni mucho menos el centro de gravedad [Schwerpunkt]. Sino que es más bien su curso continuo hacia la más excéntrica "deformidad", es decir ninguna forma [Gestalt] en absoluto, ningún punto en absoluto, sino tellus. Del mismo modo, el intelecto -por la mera razón sólo del calor- nunca puede tener lo más mínimo que ver con concentración, centralidad y cosas semejantes. No es ni siquiera distraído, sino expansión multifocal, torcido y enfermo como la "deformidad", duplicación de pliegues, sintomáticamente repliegue, pliegue doble [Doppelfalte], ninguna simplicidad [Einfalt], sino tellus en revolución [Umbruch].
El contenido real y la plena concreción de todas las explicaciones [Ausfuehrungen] y de todos los contextos hasta ahora expuestos, dicho y hecho con ligereza y dicho-y-hecho, se llama termomimética. Sin forma, in-forme [formlos], porque suspendidamente en unión-fusión continua consigo misma [in Halt], efectivamente contenido [Inhalt], plena concreción, porque enteramente síntoma estado-de-calor; en vez de líbido, de un lado a otro, de vez en cuando, a plazos, juego de suma cero.
Revolviendo de arriba a abajo, enrollando y desenrollando toda la materia ahora desde la termomimética, precisamente lo que antes era tellecto in-formado [In-formierter tellekt], es ahora solamente telos, el final [Ende]: el propósito final, la finalidad para desembocar en lo Otro [Endzweck, ins Anders einzumuenden]. No más entelequia-intelecto, sino directamente intelurecto. Directamente el pedazo de calor, que somos en general [im Grossen und Ganzen], encarna termomiméticamente la permanente protesta iatroclástica contra la arché en todos y cada uno.
En cada cual y en cada situación [Ganz im Einzelnen] uno coge la termomimética simplemente al calentarse, antes que nada, por el calor [sich fuer die Waerme erwaermen]. No es suficiente que uno se acalore por tal y tal cosa. En sentido estricto, nadie imagina lo que es termomimética.
No es fotogénica, ni estereotípica, ni estereofónica, ni estereométrica, es una disposición, por cierto, pero nunca es un dispositivo estereofónico.
Para lo Otro, como ha sido probado, no sirvió ni siquiera el noctovisor infrarrojo en la cadena de indicios contra los pacientes de frente (SPK 1972).
En sentido estricto, nada puede ser dicho, escrito, pensado y sentido sobre el calor. Eso se debe a que normalmente uno no lo siente, ni lo nota. Eso es inteligente e inteligencia se deriva de la timidez [gescheit kommt von gescheut, dijo también Schopenhauer]. Permanente y fervorosamente uno tiene que calentarse. Esto es lo que hace uno de todos modos reproductivamente, pero productivamente sólo en el "metabolismo" [Stoffwechsel] en el cambio de la sustancia [Wechsel des Stoffs] contra la estructura [Gestalt]. Nada más se entiende y recibe concerniente a nuestro patrimonio hereditario y todo lo demás.
Conseguir cambios a través de termomimetizar [probeaendern], porque termomimetizar es termomimética en todo caso. De lo contrario no fue en absoluto termomimética.
Esto distingue la termomimética, además, fundamentalmente de la inteligencia meramente recognitiva, por eso en el mejor de los casos una inteligencia que practica y actúa de ensayo [probe-handelnd, c.f. FREUD], es decir una inteligencia que negocia con e intercambia mercancías. Lo que la voz es para la inteligencia, es el calor para la iatroclastia. El tertium comparationis de la inteligencia y la voz es el equiValente, equivale y se iguala a la salud indiferente, salud en expresión de ponderación, balanza y balance, buen tono, buenos modales, ánimo [Stimmung] e incluso correspondencia [adaequatio rei et intellectus], lo cor-recto y verticalidad: el catedrático numerario [Ordinarius] a la cabecera del enfermo, y el pithecanthropus erectus también, uno de los antepasados, si le agrada.
Pero la termomimética es lo Otro. Ningún tertium, ningún comparationis. En el calor está la más extrema tensión corporal, el esfuerzo de la encarnación libre de figura [gestalt-freie Verkoerperung] en el todo, vapor bajo tensión, tensión, tonos como tal. El tono está pereciendo en el calor, y también están muriendo tanto el sonido como la lengua. La voz pierde el equilibrio [verliert die Balance] en el glissando, reuniendo cromáticamente la disonancia, lamentando, chillando, rompiendo, como lo hace el ojo con la luz. La voz del enfermo está graznando, el registro es tanto arriba como abajo plano, el contagio, la ignición y la inflamación [Ansteckung] están extendiéndose, alcanzan des-mesura (exceso) más allá de la profundidad, la anchura, la longitud y el punto.
Sólo desde el calor puede ser cuestionada fundamentalmente la indiferencia (¡equivalencia!), es decir fundamentalmente, de una manera redundante telúrica, redundante a pesar de toda la demás geología e informática. Porque incluso las limitaciones espaciales son disolubles termomimética y materialmente en la coherencia material de lo Otro. El calor está desmintiendo y negando todas las dimensiones y nos presenta el legendario Otro en exceso [Aus-mass]: la posibilidad por principio de disolver realmente también la conexión de lengua, la coherencia caótica, Babel, disolviéndolos al activarse a sí mismo en todos los frentes donde la experiencia iatroclástica de ser paciente es el principio de expansión, tanto comunicando como siendo comunicado, y no existe ninguna forma, ni Gestalt capaces de impedirlo. Existe solamente la transubstanciación termomimética. El resto es mercurio [Quecksilber], termómetro y cápsula fulminante [Zuendhuetchen], ignición inicial de todos los medicastros [Quacksalber]. Pero no puede contener el calor, ni siquiera soportarle.
En el calor, el mercurio y los medicastros son fugitivos según la leyes de la dinámica de substancias y, según las experiencias, no pueden ser parados, siendo más fluidos que el agua, superfluos mercurialmente, y, para ser preciso, plegado no triplemente [dreifaeltig], sino plegado trece veces [dreizehnfach]. Eso puede ser comprobado, exactamente, a través de conseguir cambios termomimetizando [probeaendern].
En las exposiciones anteriores (discusiones sensu proprio) sobre la teoría de masas y los monstruos están anticipadas en bosquejo manifestaciones [Erscheinungsweisen] de la transubstanciación termomimética. Manifestaciones que existen, que han existido todo el tiempo, y que cada vez más van aumentando en masas. Manifestaciones y apariciones [Erscheinungen] que, precisamente por esta razón, no son apariciones en absoluto, y no pueden ser despachadas ni como invenciones de la mente [Hirngespinste] ni como duendes y fantasmas.
No puede uno sino calentarse instantáneamente para ellas, ¿verdad?, como sin embargo, con mofa y escarnio en toda deformidad, están encarnándose demostrativamente más allá de la Gestalt, como nube de calor demonoestratificante [daemonstratifizierende], siendo materia de esta Tierra, pero coherente, en-telúricamente coherente, ¿verdad? ¡Uno tiene que calentarse para ellas, efectivamente! Solamente que en el pasado no se acudió y no se citó al calor, no aquella conexión telúrica apareciendo y manifestándose, que además tiene la ventaja de que existe real-mente, sino más bien que acudieron y citaron al infierno, profundamente debajo de la tierra, o al crematorio de higiene, llama hacia arriba.
¿Según eso, se convierte la termomimética en técnica, en pirotécnica? Ni mucho menos. Solamente la cosa singular [Einzel(l)Ding] de la infinidad (el individuo, la diada médico-paciente), cuya condición [Be-ding-ung, en el sentido de Kant] es en efecto el imperativo, el categórico "uno debe" [el "recipe (tómese)"]. La Be-stimm-ung, la determinación vocal (literalmente: dar voz a un objeto, compárese vocabulario)*, el imperativo y la categoría, reside, como indica ya su nombre, en la Stimme (voz). El infierno viene de la voz, y de la voz imperativa viene ciertamente también el crematorio de higiene: NAME IST SCHALL UND RAUCH (EL NOMBRE NO ES SINO SONIDO Y HUMO) y NOMEN EST OMEN. (Más información: en el Colegio Médico, en el Goethe Institut y en la Cábala e inmediatamente después de poetas y matemáticos.)
*Para trasladar mejor la significación de la palabra alemana Bestimmung al español, que usualmente es traducido como "determinación" o "definición", el adjetivo "vocal" (de "voz" = Stimme en alemán) fue atribuido al substantivo "determinación". Dicho estrictamente, el término español (determinación) no es una traslación ni siquiera aproximada del término alemán Bestimmung en su significación literal que se deduce del campo semántico amplio de Stimme = "voz", así incluyendo:
(1) el verbo stimmen = "afinar un instrumento musical, una máquina, un motor", "bajar (alzar) de tono".
(2) En relación con (1) el uso alemán del verbo stimmen en expresiones como: das stimmt o das stimmt nicht = "eso es correcto" o "eso no es correcto" para constatar que algo (una situación, una relación, etc.) está sintonizada consigo misma (o no) o está en el estado de su propio tono (o no).
(3) Solamente a consecuencia de la invasión del uso del lenguaje científico en la vida cotidiana, la palabra alemana Bestimmung ha sido reemplazada poco a poco por el término Definition y Determination, ambos derivados del latín y significando: 'poner límites a algo', es decir 'excluir más o menos todas las relaciones que se consideran impropias para describir ese algo', siendo lo último principal y fundamentalmente una cuestión de poder para imponer lo que debe ser incluido en un término y lo que no debe ser incluido en él.
También hay que mencionar (4) que los alemanes usualmente no son conscientes de las conexiones expuestas aquí. Quien quiera saber y leer más sobre ello, nos referimos a los siguientes textos de la enfermedad de Frente de Pacientes: el ya mencionado texto: Números y Supernumerarios, y el texto: Contra toda ciencia: De la holocaustoLÓGICA al GENocidio genético. Y en alemán el libro: Utopathie vorweg (En la música además / el arranque es la enfermedad), págs. 19, 37, 67 y 72.
(Nota de los traductores)
En la voz no hay ni calor, ni frío, ni mucho menos, y menos aún fundición [Schmelz]. Ni mecánica, ni metafóricamente. Lo mismo da que, como aparato de cuerdas vocales, al moverse no avanza [bewegt auf der Stelle tritt], y sea como trémolo o sea como vibrato, o que, como eco fantasmal resonando de y entre rocas de los tiempos primitivos, esté citando al médico, como lo hizo antiguamente Moisés con su TELLO, y O-Desdémona en el dormitorio con el suyo.
Lo que es la voz, el eterno retroceso sin adelantar, gira en torno a dos polos, en torno a dos nombres en cada Gestalt: el MÉDICO y la ARCHÉ.
En ella todo está en forma: negocio & cambio, Hermes y hermenéutica; robo, propiedad & evangelio; equilibrio y oído, dentro del pars petrosa del hueso temporal todo un aparato sensorial, un dicasterio (jurisdicción de la corte, pronunciamiento del veredicto [Spruchkammer, Urteilsspruch]); los mercuriales del medicastro: fulminato de mercurio, termómetro & detonador inicial; y el miércoles por la tarde, ¡sacramercurio! (taco), hora de consulta libre de médicos por su día libre [Sprechstunde arztfrei].
Es solamente por la forma que el médico siempre prescribe y se equivoca al escribir [ver-schreibt, acto fallido, Fehlhandlung], se olvida (de sí mismo) [ver-gisst], incluso se equivoca de asidero (acto fallido) y está poniendo las manos encima de alguien [ver-greift], --: (A) SÍ MISMO [verschreibt, vergisst, ja sogar vergreift, SICH]. No que la técnica, la pirotécnica sean cada vez más exigentes para el médico. Para simular calor, que de ningún modo está contenido en la ARCHÉ, tiene que calentar al infierno, tiene que utilizar al crematorio de higiene y a todo el architeatro de Mercurio y Prometeo. Porque el médico es también ARTISTA, artista ideal de masas y trabajador universal material [geistfluechtiger Kunstgewerbler, bestoffelnder Gesamtarbeiter].
¡Un artista ideal de masas precisamente de la disociación y la división y un trabajador universal material precisamente de la simulación y la arché-ficción!
La arché pura, libre de temperatura y por eso siendo total, seguirá siendo siempre ficción. El abismo entre el médico y la arché seguirá siendo por eso una dicotomía infranqueable, y él mismo, como virtuoso de la mentira de vivir [Virtuose der Lebensluege] seguirá siendo continuamente desafiado y exigido; la "prestación de servicio" su obra ilusionista, el método-lege-artis su coartada omnipresente, siendo ambos el tapagujeros de lo que se llama imagen [image] en el caso del artista. (Imagen como imaginación, un producto serial de eco-Narciso & Goldmund: como amor, su privación & etc.).
Es puro asunto de forma [Formsache] si es un artístico fuego artificial brillante [kuenstlerisches Brillantfeuerwerk] o eutanasia-pirotécnica. El asunto principal es el haberles reducido al frío, el haberles neutralizado [kaltgestellt], o más bien el haberles puesto en el contexto de la arché, que no es en absoluto un contexto, porque la arché no existe como tal.
En los ejemplos "Nitrolingual" y " Ego grupal" hemos hallado en miniatura, ya en 1970, la concreción de la relación recíproca entre pirotécnica y termomimética.
1. La nitro-sustancia causa un sofoco de calor instantáneo y pasajero al deshacerse en la boca. Debido al hecho de que esta sustancia es de prescripción médica obligatoria, los pacientes que sufren un dolor de aniquilamiento (amenazados realmente de muerte coronaria) están entregados, venga lo que venga, a merced del médico como lo están solamente los adictos. Con tal de que sean objetos pirotécnicos de terapia. Por ser pacientes del SPK, fueron puestos de un golpe bajo privación: El pretexto del director de la clínica fue el siguiente: Nitrolingual contiene dinamita que podría ser utilizada también contra los médicos.
2. Como es al mismo tiempo autor de best-sellers, un médico psicosomático ( H. E. Richter, miembro del Partido Socialdemócrata) tenía que examinar a y hacer un informe sobre el SPK. Diagnosticó un así llamado "Gruppen-Ego" ("Ego grupal"). Pero este médico es al mismo tiempo poeta, como se ha dicho antes. En su best-seller "DIE GRUPPE" está denigrando a los portadores herméticos de su "Ego grupal" como incendiarios piromaníacos comparables a Michael Kohlhaas (cf. H. v. Kleist). A esta sentencia de terror anticipada ni siquiera podía adherirse el RICHTER real (juez).
Tanto en el uno como en el otro caso la termomimética tenía que resistir y mantenerse contra la pirotécnica, el cuerpo, anclado en el contrafuerte [Widerlager] del calor, y sus portadores, los pacientes, contra la Gestalt con la que están marcados con mucho arte con el hierro candente [kunstreich aufgebrannte Gestalt].
Queda por conservar en la mente que el cuerpo y el calor son el contrafuerte, el sostén y la base [Stuetzpunkt] uno al otro, como lo son la Gestalt y la voz una a la otra. Pero el cuerpo es el plano de todo lo que se llama Tierra en re-vuelta de lo Otro. Todo el sistema de la voz y la Gestalt: burbuja de jabón. Lo que se llama somática (doctrina del cuerpo, estudios del cuerpo), precisamente Psicosomática, Somatología, cuerpo-Ego etc., tiene que ver con el cuerpo todavía menos que el perro en la Tierra con su signo del zodíaco [canis majoris / minoris] cuando le está ladrando.
Todo en general, en todo eso no se trata en absoluto del cuerpo. Éste no existe como "cuerpo" singular. El "cuerpo" singular no es sino Gestalt, Gestalt de vida singularizada y aislada [Lebensgestalt] y sea como vida asociada con otras [vereinzelte Lebensgestalt zu mehreren], con todas sus posesiones y fortunas, con sede, espíritu, voz y voto. Una Gestalt también como media porción Eros. Y aún Gestalt con piel y huesos. Basura [Stueckwerk].
Pero el cuerpo es una cosa caliente. Lo descubrimos fácilmente en la enfermedad, pero en ninguna otra parte.
Hoy día, la enfermedad pone patas arriba, perturba y revuelve, en todo el mundo y en masas, al calor en cada Gestalt. El ascetismo y el ritual, todo el arsenal técnico del experimento mítico en general, inclusive el sistema educativo hasta hoy, son anticuados por la enfermedad. Las consecuencias iatroclásticas tienen que ser sacadas directamente a través de conseguir cambios entrando en acción la termomimética [probeaendern]. La conciencia no es sino el más débil reflejo [Abglanz] de todos los sistemas de reproducción, y todos ellos, basados en la respiración [Luft, aire], la alimentación y en el idioplasma [Keimbahn, cf. A. Weismann], están estructurados de cabo a rabo por la práctica médica [aerztlich gestaltet]. Por cierto, la enfermedad es una situación ubicua de excepción [Ausnahmezustand, allueberall], un límite abierto que se supera a sí mismo en su proceso [prozessierende offene Grenze]. Pero el calor liberado desde la enfermedad, que está intensificando corporalmente los colectivos al incrementar su fuerza dándoles cuerpo, este calor ha ascendido y se ha convertido en el secreto más guardado de los médicos y del Estado. Tan multiformes como las células sanguíneas, tan multiformes son por ejemplo los cánceres de sangre en su Gestalt. Alrededor del radioactivo espectro luminoso [Lichtgestalt, Lichtgebein], por ejemplo. Pero despreocupado de los rayos luminosos, el cáncer y las figuraciones del yo [Ichgestalten, Husserl, Besitzfixierung, fijación en la propiedad, etc.], para el cuerpo únicamente el calor es inalienable [unveraeusserlich]. El calor le levanta y le saca coherentemente de y más allá de toda Gestalt y también de sí mismo, corporalmente perceptible [koerperlich spuerbar]. Es decir: termomiméticamente.
Termomiméticamente descubrimos el criterio sustancial (el átomon "eidos", la "diferencia" específica) del individuo genérico [Gattungsindividuum, individuo de la especie] que arriba (al principio) hemos elevado al exponente destacándole de la conexión contagio, ignición e inflamación. Porque el criterio sustancial nunca puede ser determinaciones, sean vocales u otras [Bestimmungen], y Gestalten (configuraciones) ni reproducciones como: " Ser pensante", "sitio de cumplimiento de las contradicciones" [Erfuellungsort der Wiedersprueche"], "animal que puede dar promesas" [Mensch: das Tier, das versprechen kann], "ser carencial" [Mangelwesen], "bípedo erguido", "zoon politikon", "posicionalidad excéntrica [exzentrische Positionalitaet] capaz de reír y llorar". El individuo genérico se hace realidad producente activamente a través del esquema sin forma de su cuerpo de masas. [Das Gattungsindividuum wird aktive herstellende Wirklichkeit am gestaltlosen Schema seines Massenkoerpers].
No hay rigidez en el calor, esto nos lo hace tan específico. Su conexión con la Tierra es de índole inmediata y mágica, y no de índole pirotécnica, médica. Esto nos hace nuestro sentido tan ligero, y tan cierta la conciencia. El individuo genérico es una relación factible aquí y hoy, en todo momento y en todas partes, pero nunca y en ninguna parte existe si no es producida a través de la enfermedad [wo Krankheit Kategorie seiner Herstellung ist].
Vida y muerte son determinaciones de todo y de nada, es decir: banales [Allerweltsbestimmungen], no son criterio calor. Tal vez sean artefactos [Artefakte, Iatrogenitaeten], de todos modos Gestalt, de ninguna manera cuerpo. La arché es la orilla inalcanzable del médico. Cosa bastante mala para el arte. Y tanto peor para el médico.
Traducción:
PF/SPK EMF Colombia
Redacción final: Huber
KRANKHEIT IM RECHT