SPK-Documentación Parte 3

Prefacio

 

La característica particular generadora de la especie humana, enmascarada por parte de la tradición escolástico-patrística como átomon éidos y differencia specifica y entregada a la competencia del terapéuta que por desgracia nunca parte solamente un cabello y cosas por el estilo (therapeutés tiene en la doctrina de la Iglesia griega el significado de curata), biologizada por parte de L. Feuerbach y descubierta y generalizada sólo por Marx como trabajo, ha llegado a ser asunto secreto completamente médico.

Así, en la última década, se ha hecho evidente en alguna que otra ocasión que la causa estudiantil, la causa de barrio, la causa de los prisioneros, de los marginados, la causa de los niños, la causa de la clase obrera, de la mili, la de lo político-militar, la causa de las mujeres, la causa del medio ambiente, la causa del trip, del porro y del alcoholismo, y la causa de la psique en todo caso, todas están herméticamente reguladas y atrancadas bajo llave.

Y eso, médicamente. Si con una u otra causa uno se ha metido realmente en camisa de once varas, ya sea por la toma de poder en el Tercer Mundo, o bien en la impotencia serializada de una celda de tortura, entonces uno hace venir al médico.

La Medicina no sólo programa y gobierna a la especie en general y en particular -: toda medicina es medicina laboral. Cada uno contribuye a ello y más que solamente con sus impuestos. ¿Y a dónde va el viaje? Por supuesto no de regreso a la Vieja Alejandría, el país clásico de la tiranía médica (iatrocracia), donde los médicos preparaban a la gente mediante vivisección (desmembramiento en vivo) para su ejecución. Donde la automatización y la técnica computadora entregan al principio generador de la especie trabajo al pasado, más rápidamente en el capitalismo y más a fondo en el socialismo entonces ya no hace falta que la iatrocracia se limite a encontrar su satisfacción limitada en el arreglar y tratar el trabajo enfermo (industria medicalizada, manicomio total industrializado). La iatrocracia misma se erige en el principio generador de la especie, se convierte en el trabajo del trabajo, trabajo único, trabajo por antonomasia. Crea, hace y hace polvo al hombre: el producto híbrido de probeta según su imagen, lleva a término al imperialismo planetario perfeccionándolo con el imperialismo cerebral, y arrastra al proletariado productivo a través de la eutanasia diferencial forzada, vía la colita, a una vida de perros. Como siempre. El morir eterno y sin fin es la universalidad de la especie políticamente programada de la especie, si no bajo la marca registrada bastón de Esculapio, entonces bajo el comandante médico de la Plana Mayor de Mando.

Pero no siempre fue así. Tan antigua como la Edad de Piedra es la línea política de los pacientes que se apodera de la enfermedad con fanatismo supersticioso, comprendiéndola al asirla por su concepto y sobreviviéndola, en tanto que ataque a los médicos (magos, chamanes, arquiatras). El fantasma de una enfermedad de origen, como se dice, extra-social (santa, dada por la naturaleza, impuesta por Dios, "psíquica", "somática", "holística") es sólo tan antiguo como la transformación del hombre en una mercancía, tan antiguo como la sociedad monetaria plenamente desarrollada: tres mil años escasos. Y si el caminar erguido del hombre depende del todo de criarse juntos con otros seres humanos que caminan en posición erguida, una circunstancia exclusivamente social, una circunstancia que ha estigmatizado a la mujer yaciente que da a luz, como primer paciente ex-puesta al a-bandono, y, por consiguiente, una circunstancia que estigmatiza a los pacientes como hombres y mujeres perseguidos racialmente como riesgo número uno para la seguridad, - entonces, ya en aquel entonces, debe haber sido lo medicínico en el poder, contra el que se había dirigido en primer y último lugar la estrategia de ataque subversivo.

Antes del producto híbrido de probeta mercancía-médico producida artificialmente bajo el signo de la porra y la serpiente, en tanto productor monopolista de la "especie" muerte, las condiciones de vida han puesto desde tiempos primigenios al hombre mismo como su propia partera y realizadora de la especie humana: ARTEMIS, acabando con cualquier falsa doctrina de la "herencia natural del destino", acabando con cualquier sociedad de gente bien establecida, versada en armas y por lo tanto en el arte de curar, sin hogar, pero no alienada, con visión nocturna y piel oscura, hermafrodita de la vida-en-fusión, en el signo de una sociedad liberada por la enfermedad [cf. Françoise d'Eaubonne, "Frauen vor dem Patriarchat" (Mujeres antes del patriarcado), alemán, inédito].

Una enumeración, que puede leerse también como un resumen condensado de la resistencia de los pacientes, que permanece viva en y entre las líneas de este libro.

Las heridas que los pacientes han infringido a la iatrocracia concertada, ningún médico las puede curar, ni la naturaleza puede sanarlas. Una vez que la confianza se ha roto desde abajo, y con ella el primer médico como tal, entonces la reacción ha perdido su más atractivo fantasma, y así su pretensión monopolista sobre su fuerza productiva económica central, el poder y la violencia de blanco.

Algunos lectores dicen que quedaron "fascinados por la franqueza y la concreción del contenido". Pero de lo que se trata, no obstante, es que la comunicación sobre el inextirpable fenómeno de resistencia, el síntoma, hoy en día está eclipsando cada vez más a cualquier estética. El viejo Renacimiento ha acabado definitivamente. El caos capitalista y sus restos sólo pueden ser descifrados infaliblemente a través de las heridas de la resistencia. La comunicación se vuelve verdadera, creíble y esencial, dondequiera que descubre a la enfermedad, esta cultura capitalista de invernadero, como fuerza explosiva que da la vuelta a todo; la comunicación se vuelve hipócrita, mentirosa y reaccionaria, en suma: fascinosum, allí donde todavía está soportada por una cultura de libre flotación, por ese Archē del que, no por casualidad, se forman los conceptos complementarios de arquiatra (médico) y anarquía.

Para el Frente de Pacientes 
Dr. med. W. Huber, 
§ 129, 4 ½ JEH, 22 Mon. IF. etcétera

 

Prefacio a la SPK-Documentación Parte 3, 1a edición 1977

 

Traducción:

PF/SPK EMF Colombia, PF/SPK EMF Espa

Redacción final:

Huber
KRANKHEIT IM RECHT

 

Frente de Pacientes / Colectivo Socialista de Pacientes, PF/SPK(H), 23.01.2014