Septiembre 2001

En ocasión de los sucesos en Afganistán/EE.UU., la población aquí de nuevo es infiltrada de manera muy intensiva por propaganda medi-cínica. No pasaba ningún día de la semana pasada sin que un médico por vía de entrevista en la tele o la radio explicara fría y objetivamente cómo su gremio está preparado a tal caso y cómo se procede por parte de los médicos con los heridos. Actualmente en la primera fila del frente médico: Dr. med. Kaff, director del servicio de socorro de Viena que inmediatamente el primer día después de los sucesos de Nueva York estaba activo en los medios. Como otros de sus colegas subrayaba expresamente la necesidad de que (los médicos) no tenían otra posibilidad que dar a los heridos graves simplemente por muertos para poder "salvar" a otros. Lo llaman triaje, en español: los médicos eligen en caso de catástrofe entre los moribundos qué tercio o sea qué "desecho de material humano" no es abandonado y tiene que morder el polvo. Tal actuación – inclusive el intento de justificación – no se distingue en nada de lo que por ejemplo un Dr. Mengele había hecho en la rampa del campo de concentración en Auschwitz o lo que practican y propagan actualmente médicos como p.ej. el ginecólogo J. Huber, el médico que aplica diagnóstico prenatal M. Hengstschlaeger o el partidario de las clones W. Feichtinger del hospital general de Viena (compárese p.ej. el periódico Kurier del 4 de octubre de 2000): seleccionar y matar a las vidas que están declaradas como una "carga para los demás y las arcas públicas". Brevemente: eutanazia por el triaje, la eutanazia diferencial de hoy día como peor modalidad, peor por ser más pérfido y alevoso. La prueba es Nueva York: los muertos son desconocidos como precisamente ya en vida. Los datos de todos están registrados totalmente, tanto muertos como vivos indistinguiblemente muertos, hasta los datos en la protección de los datos. ¿Señales de vida? No, señales de muerte.

Para la división y la clasificación de los pacientes en los de valor y los sin valor (in-válidos), los médicos utilizan para el triaje su conocido repertorio de selección. Al aislado cuerpo del paciente se le mide (la temperatura, la superficie de la herida, la pérdida de sangre, etc.) y se le etiqueta en consecuencia. ¡Y esto no solamente en el sentido figurado! A través de puntos coloreados para los diferentes grados de heridas están preparados de la mejor manera los servicios de socorro para clasificar y seleccionar las más grandes cantidades de pacientes, sean tan grandes que sean. No se trata de asegurar la supervivencia de la gente sino de emplear, según el principio capitalista de mínimax (mínimos costes de producción – máxima ganancia), de manera racional, es decir: económica, los medios disponibles para usar las fuerzas de trabajo médicas de cara formación profesional de modo más eficiente para las ganancias.

Ya hay demasiados conocimientos médicos especializados y en vista de que ya desde años la medicina es el sector económico más grande en general, sobra toda discusión sobre si hubieran suficientes medios y recursos a disposición. ¿Cómo si no hubiera podido producirse en Carintia la guerra aérea (compárese la prensa) en los diferentes servicios aéreos de socorro por "sus" pacientes? Y en general: ¿Qué hacen los médicos en situaciones incómodas también para ellos? Son los primeros que se quitan de en medio tomando las de Villadiego (compárese Chernóbyl, la así llamada epidemia del Ébola en África, alarma de epidemia en India).

No se trata entonces de la necesidad de los innumerables heridos, sino los médicos aprovechan cada oportunidad para desviar la atención de que ellos mismos son los supernumerarios. También a los EE.UU., etc., les viene bien a propósito para ello y de ese modo salen a lo grande en la tele. La población – paralizada y mantenida en impotencia con el bombardeo permanente con imágenes e "informaciones" – debe por consiguiente creer que no puede ser de otro modo que declarar a pacientes gravemente heridos por muertos sin más ni más.

También contra esto: ¡FRENTE DE PACIENTES!

Sin la clase médica no hay triaje, no hay eutanazia, no hay eutanazia diferencial.

¡Tome nota!: La catástrofe gira mortalmente, casi siempre en su vida cotidiana.

Colectivo Socialista de Pacientes / Frente de Pacientes (Austria), SPK/PF(Ö)