Voces y Comentarios* sobre el
Colectivo Socialista de Pacientes (SPK)
y el Frente de Pacientes (PF):

* El apéndice (páginas siguentes) fue seleccionado por el colectivo de redacción de la editorial KRRIM.

Ingeborg Drewitz (1986):
El concepto de la enfermedad como está elaborado por el SPK y el Frente de Pacientes, sacude a todos los cimientos de todo el edificio podrido.

Universidad Popular de Goettingen (1985):
El Frente de Pacientes es la radicalización del SPK. El Frente de Pacientes ataca al sistema dominante como poder médico, quiere decir que ataca a todo poder.

David Cooper (1983):
He celebrado la tesis del Huber-SPK según la cual los médicos necesitan a los pacientes, mientras que los pacientes no necesitan a los médicos – pero su consecución práctica la consideré imposible. En lo que el Frente de Pacientes hace, veo la prueba práctica de la realización de esa tesis.

Félix Guattari (1974):
Lo que fue la Comuna de París en 1870, fue el SPK en 1970; mucho más desarrollado, claro está (100 años más tarde, no es de extrañar).

Jean-Paul Sartre (1972):
SPK ... no sólo la única radicalización posible de la antipsiquiatría sino también una práctica coherente ... Enfermedad, la única forma de vida posible en el capitalismo... "Curación" – eso se sobreentiende – sirve exclusivamente para el mantenimiento de la capacidad de trabajar mientras que uno sigue enfermo ... En efecto ... abolición de la relación médico-paciente ... Enfermedad se convierte en una fuerza revolucionaria.

Movimiento de Liberación de Senegal (1983):
El SPK es el fundamento imprescindible para cada revolución lograda o para cada revolución en el tercer mundo que todavía queda por hacer.

 

VOCES Y COMENTARIOS DE OTROS

CONTINENTES:
"La muerte está omnipresente en la vida. El SPK no hace un fetiche de esta situación, sino desenmascara esta catedral de muerte".
SPK (banda de música en Australia, 1981)

"... lucha por la liberación del Frente de Pacientes para abolir la psiquiatría y la medicina ..."
Madness Network News (San Francisco, USA, otoño 1985)

ESTRATOS:
"... para nuestras posibilidades y para nuestra tribulación demasiado SPK"
[" ... fuer unsere Leutchen ... " y también "... fuer unsere Verhaeltnisse ... "]
RAF (1974)

"Aprendamos de las experiencias revolucionarias del Colectivo Socialista de Pacientes."
Curcio/Valentino (Brigadas Rojas, Italia 1984)

TIEMPOS:
"... lo decisivo ... la práctica que transforma..., pero sin embargo, nosotros preferimos politizar a los obreros aprovechando la jerarquía entre ellos".
Fracasó. Ex-cosa de los obreros Munich 1972, acabado desde 1973.

"... no debíamos haber hecho tantas concesiones y traiciones al enemigo, para no fracasar teníamos que hacer SPK ... muchos ..."
Release HD/HH 1971, acabado desde 1972.

"... que se aprenda de los errores del SPK y separe rigurosamente entre política y psicoanálisis".
Centro estudiantil de consulta del Dr. Spazier-Bopp, Heidelberg 1975, acabado desde 1975.

"PERIÓDICOS" "ALTERNATIVOS":
En lugar de COLECTIVO SOCIALISTA DE PACIENTES: "COLECTIVO SOCIALISTA DE PACIENTES" ("..." = comillas de discriminación [= an-Fuehrungszeichen; 1970 -1987 ff.])

 

UNIVERSOS (DENTRO DEL MUNDO, NO AQUÍ "AL LADO" MITTENDRIN, NICHT "NEBENAN"):

"A través de la enfermedad y del calor entiendo inmediatamente lo que pasa en el ocultismo ... Si hubiera sabido esto antes ... entonces habría hecho FRENTE DE PACIENTES y no habrían podido colgarme el delirio religioso después de todos los Bhagwans y Aurobindos donde estuve antes, y no habrían podido encarcelarme en hospitales mentales durante más de 12 años, si todos nosotros juntos..."
Ex-Sannyasin (comunicación pública 1987)

ENTREVISTAS:
Pregunta: "¿ ... cosas que (aún) no existieron en el SPK?" – PF: "... Estamos en la lucha de resistencia a favor de la enfermedad, por consiguiente estamos en contra de los médicos y de los fascistas y contra todo lo que tiene algo que ver con el exterminio de enfermos [Kranken-Ausmerze] ... Cómo nuestro trabajo funciona, los medios y métodos que no son los del ocultismo y de ningún modo medios y métodos terapéuticos, sino métodos y medios ocultos pero en tanto que son medios y métodos de la patopráctica los que utilizamos y en qué consisten, sobre eso hablamos en nuestras dos conferencias que dimos aquí". ["... Mittel und Methoden, keine okkulten, erst recht keine therapeutischen Methoden und Mittel, sondern okkulte, aber als pathopraktische, davon war in unseren beiden Vortraegen hier mehrfach die Rede."]
Frente de Pacientes contestando a las preguntas de un periodista suizo 1987.

REPETICIONES:
"Estaréis impulsados a luchar por todos los medios porque los que mandan [das Sagen haben] en la sociedad existente, pero sobre todo los que hacen tratamientos y negocios, quieren impediros continuar vuestro trabajo práctico."
Jean-Paul Sartre 1972 (véase: Prólogo).

 

Fuerte por la enfermedad – Frente de Pacientes
[Aus Krankheit stark Patientenfront]

(Parte de una emisión radiofónica de "Radio Dreyeckland" del 21 y 31 de enero 1983 [véase: la bibliografía de los textos de la enfermedadKraenkschriftenverzeichnis])

La chapucería que se hace hoy en día contra la vida es en ninguna otra parte tan evidente. El acceso más directo a la vida lo tiene indiscutiblemente el médico. Porque lo que aparece en forma de vida es enfermedad. Bajo el pretexto enfermedad el médico extiende sus actividades a todos los terrenos: Chapuceando contra la vida, destruyéndola, exterminándola. El capital, que está organizado como estado, entrega al médico la legitimación de chapucear contra la vida, enmascarando esta chapucería detrás de la aureola del HEIL (compárese: salud, salvación, santuario, integridad; también el saludo alemán en los tiempos de Hitler y el saludo romano: AVE! [HEIL!]) cuyo astro central es el médico, el que en todas las épocas y en todas las sociedades gobierna y se entremete en el cielo y en el infierno.

Pero existe una mezcla explosiva de vida chapuceada y de conciencia, una mezcla que ya no mantiene en secreto la enfermedad y ya no la esconde, sino que la expresa, la empuja más allá de los límites de la vida aislada, una mezcla que lucha contra el terror terapéutico, porque el que no sabe curar al menos debe aprender a aterrorizar. En esta guerra [Kampfesgeschehen] surge una acción recíproca y una relación interior entre los aislados los que antes se habían interesado sólo por sí mismos. A los que antes estaban aislados, la enfermedad les amplía de un salto la conciencia cuyo vacío [Leere] inicial se transforma ahora en la lección [Lehre] de aprender a aprender de nuevo a través de aprender [des Umlernen-lernen-Lernens]: a producir activamente el futuro, apoyándose tan sólo en su propia actividad, a extenderse más allá de sí mismo, a crecer hacia todos y hacia todo. A hacerse capaz para la revolución cósmico-social.

La enfermedad justamente no es sufrimiento, sino al contrario es la fórmula para producir el conjunto de una realidad eficaz [Gesamtwirklichkeit] que es realizable sólo sin médicos.

Como este conjunto de la realidad lleva el sello de lo imposible, exactamente por eso esta realidad no está vinculada ni utópica ni escatológicamente a ningunas expectativas de salvación [HEIL]. Tal realidad es utopatía en permanencia, es decir, mientras exista la enfermedad por una parte y exista por otra parte la tarea de hacer de esta enfermedad el uno y único hombre como Gesamtgegenstand* (universale).

*¡No se lo confunda con: Gesamtkunstwerk!, porque un Gesamtgegenstand tiene más semejanza con cosas como por ejemplo Adán Cadmón, tal como existía verdaderamente, a quien hoy habría que construir mediante una fantasía colectiva practicando filosofía, es decir ¡ideología!, un Adán Cadmón de quien un Richard Wagner, véase Gesamtkunstwerk, ciertamente no ha tenido la menor idea, porque ese Adán Cadmón representaba en todas partes las muestras de la enfermedad, mientras que Richard Wagner prefirió a Dios y a los dioses como compasivos matadores de la enfermedad, del sufrimiento y de los pacientes, todos estos dioses al gusto de ese mega-compositor devorando con preferencia bizcochos para animarse a componer una ópera.

Por tanto :

  1. ¡De inmediato echad a los médicos de todos los grupos de resistencia que estén relacionados con enfermedad y que se presenten como colectivos de pacientes!

  2. Haced todo para que más y más médicos tengan la prohibición de ejercer su profesión [Berufsverbot], no por borrachera, asesinato y homicidio y tales crímenes profesionales (llamados "errores médicos" ["Kunstfehler"]), sino por el así llamado defecto de carácter, es decir por resistencia. ¡Pensad quién tiene cabida en todo esto, hoy mismo!

  3. ¡No permitáis que os roben la enfermedad! ¡Estad alertos! Porque en cada uno de nosotros se pudre un trozo de médico.
    ¡Herid [kraenkt] para vivir, vivid para herir!
    Participad en el Tribunal de la Enfermedad, pero sed conscientes: Sólo el Juicio Final de la Enfermedad [Krankheitsweltgericht] será el comienzo de vuestra propia historia. Hasta entonces vuestra vida quedará chapuceada médicamente, porque así es la vida en general.

El problema con las operaciones, el problema "¿Qué-hacéis-vosotros-cuando-uno-se-ha-fracturado-una-pierna?", solucionadlo mediante control por los pacientes, el resto mediante iatrocidios (fuerza patenciada, es decir fuerza de la enfermedad - Kraft aus der Krankheit].
Y cosas como las prótesis, si las hay, utilizadlas como muletas contra los médicos en caso de que os parezca que todo es demasiado tarde ya (muletas - pastillas, jeringuillas, prótesis etc.).

Hace ahora siete años que nosotros hacemos todo eso. ¡Y funciona! Probado en así llamados casos muy graves. Existe el primer paraíso del Frente de Pacientes. Allí desde hace tres años la muerte por vejez, esa muerte biológica y psicopatológica prescrita por los médicos, se permuta, 24 horas día a día, por una vida más y más consciente e intensa.

¡Empezad, inmediatamente! ¡Cread muchos paraísos del Frente de Pacientes! A su debido tiempo os diremos cómo eso se hace. Porque el tiempo de las recetas se acabó, ahora todo depende de conocimientos eficaces, de conocimientos cocidos [ausgekocht], de conocimientos de alto quilate, de conocimientos eficaces y osados de enfermedad a distancia y a corta distancia [fern- und nahkrankes Wissen], pensad por ejemplo en añoranza versus la peste endémica o la así llamada peste emocional según W. Reich, de conocimientos telepáticos y simpáticos, novísimos y flamantes, pero bien preparados por la termomimética. Ninguna fábrica médica de terror, sino diapática, y siempre y en todas partes probada en la práctica.

El año pasado hemos procesado al poder médico, tres procesos contra el SANAtorio (HEILanstalt - manicomio) Wiesloch, y en el curso de estos procesos fueron condenados también siete jueces profesionales y jueces legos. Y las sentencias fueron dictadas por diez millares de personas una y otra vez. Una y otra vez estos jueces y médicos fueron condenados por una masa de base compuesta de protesta y resistencia de toda Europa y mucho más lejos todavía, inclusive otros continentes, una textura creciente de efectos interdependientes y correspondientes. Estos antes mencionados tres procesos contra el poder médico tienen que ser considerados tal como son en realidad, es decir como sucesos provinciales y marginales en el conjunto de una sociedad que está dislocada y loca por su superstición al HEIL (sano) y a la salud y por esto está apartada a un lado [ins iatrokapitalistische Abseits ver-rueckte Gesamtgesellschaft]. Con eso se puede dar un susto a disidentes, pero en realidad esta pesadilla había dejado su futuro atrás ya en el año 1976, es decir mucho antes de que un psiquiatra dirigente de la provincia [Land] hubiera conseguido que los del aparato de parloteos y de porras en la provincita [Laendle] prepararan a bombo y platillos sus ataques contra dos abogados entre millares y además contra una consejera de enfermedad.

Es sorprendente solamente para la gente de la parte exterior, que son los partidarios de los médicos, que la enfermedad en el SANAtorio [HEILanstalt] utilice la huelga de hambre como arma y que durante los procesos contra el poder médico el número de los pacientes, unidos en su resistencia, creciera en un año de 30 a 70, y que las mujeres en el SANAtorio se unieran a ellos sublevándose contra los médicos y las enfermeras y que el frente de los adversarios por fin empezara a dividirse – no en último lugar bajo la presión de las protestas del extranjero – en juristas contra médicos. Pero hay quienes se asombran y nos quieren hacer creer que resultados como éstos fueron imposibles sin ser apoyados desde fuera y especialmente sin ser organizados por una inteligencia universitaria, es decir por una élite disponiendo de todo tipo de conocimientos estandarizados según normas médicas*.

*Hoy por hoy decimos: normesía en vez de burguesía

Pero únicamente de la refutación práctica de estos pareceres falsos, realizada y probada ya desde hace mucho tiempo, depende el futuro de la resistencia de los pacientes, aun cuando sea aislada y atomizada dentro de cualquier SANAtorio que sea [Knallburg des HEILs].

Como orientación indeleble queda la huelga de hambre incondicional e ilimitada del año 1975 en el hospital penitenciario de Hohenasperg, y siempre entre la cirugía y la psiquiatría. Esta huelga de hambre sigue siendo una orientación y como hecho histórico resulta más y más eficaz y actual, a pesar de que en aquella época fue pasada tenazmente en silencio tanto dentro de los muros como fuera. A esta huelga de hambre precedía la huelga continua contra todos los privilegios y todas las ventajas que el médico de la prisión consideraba apropiados para fingir por lo menos la apariencia de salud. Y esta resistencia había empezado ya cuatro años antes con intensidad creciente. Ningún reconocimiento médico, ningún tratamiento, ninguna palabra con los médicos y sus tribunales y su policía, ningún paso o movimiento hacia ellos cuando venían o querían algo. Por supuesto: jamás tocar el timbre de la celda, jamás cerrar la puerta cuando ellos la abrían, ninguna firma, ninguna visita, ninguna carta, ningún paquete, ningún aire fresco, ningún paseo en el patio de la prisión porque todos los privilegios o ventajas como éstos han sido censurados.
La respuesta a esta resistencia fue la prohibición total de todos los contactos, la cual fue prescrita por los médicos y todo eso mucho antes de la así llamada Ley de aislamiento (Kontaktsperregesetz / ley contra contactos en la cárcel, también con respecto a los abogados), pero en cambio resultaban por vez primera también posibilidades de entrar en contacto con visitantes sin ser vigilado porque los visitantes insistían más y más en echar una mirada al prisionero para poder ver si éste todavía vivía lo que finalmente resultó insoportable y cada vez más pesado para el servicio de guardia y su dirección. También fracasaba el método de trasladar al prisionero a otra prisión más lejos. Mientras tanto los médicos habían agotado también todas sus posibilidades para vencer y romper al prisionero después de haber ordenado continuamente una cuarentena tras otra, y así quedaba sólo la posibilidad de dejar abierta la puerta de la celda del prisionero, renunciando también a la intención de revocar la liberación del prisionero, después de cumplir la sentencia, bajo el pretexto de castigarle una vez más por su resistencia ya mencionada - ésta es la prueba práctica de que la tortura fracasaba y fracasa inevitablemente y termina de una y otra manera cuando el prisionero torturado guarda su silencio obstinado.

Únicamente estas formas de resistencia desarrolladas y experimentadas por un prisionero aislado, expuesto a condiciones extremas, han posibilitado y hacen comprensible que hoy en día la enfermedad está en rebelión en masa permanente en el SANAtorio (manicomio) de Wiesloch.

De esto resulta: Asesinato y homicidio dentro de los muros los imposibilitáis solamente atacando permanentemente a los médicos y forzando control de fuera, pero ahí dentro nada se pone en marcha y nada se mueve sin historiografía ejemplar escrita por la conciencia intensificada [gesteigertes Bewusstsein], la cual se forma por la aplicación decidida de la patopráctica de lo imposible, rechazando todo tipo de política definida como arte de lo posible [Politik als Kunst des Moeglichen], sino haciendo lo que parece ser imposible y así luchando allí donde está el frente: Esto es Huber, WD - SPK-, quien atacaba a los médicos en lugar de seguir como profesor (catedrático auxiliar), terapeuta carismático y como práctico genial de la filosofía [Systematiker]. Porque sin la maquinaria de la salud no hay guerra, no hay Estado atómico [Atomstaat], no hay nazismo. Es Wolfgang Huber quien no tardaba ni un segundo en hacer frente a la trena [Knast] y al hospital [Klapse], quien rechazaba tajantemente la carrera del prisionero político - que le ofrecieron no solamente la dirección penitenciaria, pero también otros compañeros de la izquierda - , para averiguar si uno puede confiar en la enfermedad, también allí, tan bajo y aislado en una celda de tortura, y para probar si la enfermedad cumple con su promesa, dada ya en el SPK y allí por primera vez. Porque sin la maquinaria de la salud no funciona ni el nazismo de tortura, ni la sociedad seudodemocrática-iatrocapitalista, ni la guerra atómica.

El antiguo ministro de Policía de Bonn ha distribuido recientemente un estudio amplio, hecho por la esposa de un psiquiatra, especialmente contra y sobre el doctor en medicina Wolfgang Huber. Porque a quien es su amigo le faltan no solamente las palabras por preferir el arma enfermedad, sino también le falta el tiempo y el sentido de cualquier culto a la personalidad.

La cosa gorda – y en la literatura "polit-científica" hay más de esas, pues decimos: "-complexo" o complejos contra-SPK, fabricado de estúpidos autos policiales – la cosa gorda está plagada de faltas de ortografía y de muchísimas otras faltas, pero también de superlativos incluso a veces de superlativos refrenados. En resumen: La cosa voluminosa no es nada más que una caja tonta de centellas verdes, verde como la bilis y la asistencia social [Flimmerkiste aus Galle- und Sozialgruen]. Al igual que los Verdes en su programa de partido, la esposa del psiquiatra hace saber, mediante el actual ministerio de Policía, que la salud es la reivindicación decisiva en la política y declara su competencia para los pacientes como una minoría muy suprimida. Al igual que los Verdes y todos los demás que ella misma llama terroristas, a ella le gusta más lo que llama, en sus palabras, el estrés saludable – aunque este estrés enfermiza – que el concepto de la enfermedad [Krankheitsbegriff] cosmopolíticamente tan complejo, especialmente el concepto de la enfermedad en forma del sujeto revolucionario, especialmente en forma de la enfermedad como un arma, un arma del conocimiento y de la transformación.

Pero a diferencia de los Verdes, esta esposa de un psiquiatra nos considera, como escribe, como una pregunta desagradable para el futuro, porque para nosotros, como ya hemos dicho, la enfermedad no es cuestionable ni mucho menos – sino enfermedad es la fórmula productiva [Herstellungskategorie] para producir el futuro con el amor más radical [in radikaler Liebe], con la unión íntima y más cordial [in allerherzlichster Verbundenheit] y en comunidad sobrepasando todo comunismo conservado del pasado [in kommunismuswidriger Gemeinsamkeit].

Un jefe de los Verdes del Parlamento del Land Baden-Wuerttemberg se expresaba en términos todavía más claros: ¡Vosotros no deberíais existir! [Ihr gehoert weg!] A los que pasan los límites, a éstos hay que seleccionarles y exterminarles. Porque nosotros, los Verdes, no os necesitamos con vuestra enfermedad, lo que nosotros necesitamos son los sanos y a los que quieren conservar su salud, y consecuentemente estos sanos no votarán a vosotros sino votarán a nosotros. La razón por qué este pequeño cacique todavía no es explícitamente una víctima del 20 de julio (día del atentado fracasado contra Hitler), al igual que aquella experta-esposa y concejal de los Demócratas Cristianos, es que quizás este cacique de los Verdes está demasiado verde incluso para eso. Sea como sea, nosotros siempre sabíamos que no tenemos nada que ver con éstos. Pero el que sabe lo que tiene que hacer, ciertamente no votará a los Verdes (¡a nosotros no podéis votar!): – Porque el que tenga dolor, no necesita votar nada más. [Denn wer die Qual hat, dem ist die Wahl geschenkt.]

Para nosotros la palabra el poder es una palabra pleonástica superflua, tanto más el poder en la realidad simulada y vergonzosa de un parlamento, porque forma parte de la iatrarquía [HEILsgewalt] que hay que abolir, al igual que todo lo médico. Como FRENTE DE PACIENTES confrontamos esta iatrarquía con el Juicio Final de la Enfermedad [Krankheitsweltgericht] y llamamos a todo poder iatrarquía, porque toda clase de poder se somete a las reglas y a las normas de la medicina. Diciendo eso, sabemos que podríamos hacernos entender incluso a los médicos con tal que quisiéramos ser entendidos por ellos.
Lo que verdaderamente queremos es lo que casi todos quieren: Saber arreglarse juntos con la enfermedad.

Os invitamos a hacer algo para vosotros, haced FRENTE DE PACIENTES vosotros mismos. No hace falta que nos liquidéis al punto, tampoco mediante inactividad [auch nicht beihilfsweise mittels Untaetigkeit]. Haced simplemente lo que esté mejor, haced que seamos superfluos.
Porque todavía lleváis y transmitís la enfermedad en lugar del uno y único hombre que es ambas cosas al mismo tiempo: una unidad y verdaderamente un individuo [anstelle des Einen, Einzigen, Neuen Menschen]. Pero toda la responsabilidad la llevamos nosotros. Lo que lleváis vosotros es una carga. ¿Pero qué es más fácil y ligero? ¡Alumbrad para dar a la luz vuestra enfermedad, alumbráos a vosotros mismos, para que finalmente podáis levantaros [kommt nieder, um Euch zu erheben], sin ser separados por hormigón armado, por veneno y escalpelo, por artículos y partículas; levantáos enteramente, es decir completamente, perfectamente y para todos los tiempos, tanto fuera como dentro, con y sin SANAtorio [HEILanstalt],
pero nunca más SANO [HEIL]!

 

Canción del Frente de Pacientes

 

Matadillo (demasiado tarde) recibí la lista de las preocupaciones de unos de mis amigos traductores respectivamente a la página siguiente.

Él se preocupe un poco de mi negligencia con las preposiciones, con la ortografía, con la gramática, con tal vez falsos italianismos, con mi ironía quizás un poco nebulosa en mis palabras españolas.

Para mí no en eso consiste algún problema.

Para lectores basta la decisión fuera de todas lenguas del mundo y del cielo, incluso la lengua Henoch del viejo John Dee, basta la decisión de ser en favor o en contra de la enfermedad para comprender todo, omitiendo "ironías".

Hay palabras y hay hechos, pero de antemano hay que haberse decidido para verdaderamente poder decidir algo (J.-P. Sartre).

Huber, 3 de Abril 1997

 

 

¿Dedicar su vida al cáncer?

¡Enhorabuena! por no ser ustedes los primeros quienes dedican su vida a la enfermedad ((oder : votar con su vida por la enfermedad)). Ni siquiera a brazo partido. También nosotros estamos y seguimos ocupándonos desde hace más de treinta años de enfermos, sí, de verdad, de enfermos crónicos, ("cáncer", "arteriosclerosis", "esquizofrenia", "hidrocéfalo", moribundi, todos, varios).

Eso lo hacemos ayudando a veces en instituciones o en familias, todavía existentes, eso sí, pero ambas, instituciones y familias, totalmente disfuncionales y fracasadas desde siempre para la especie humana que queda todavía por crear y sólo puede crearse mediante la enfermedad. Eso lo hacemos (¿cómo digo?) completamente armados con enfermedad, como quizás los Hospitalarios o Templarios arcaicos lo han hecho completamente armados delante de los Tribunales de la Inquisición ((oder: delante de los Tribunales del Santo Oficio)). Semejantes trabajos "sociales" y "caritativos" están en uso, como se sabe, permitidos y recomendados con preferencia, pero siempre controlados por normas médicas y por dinero. España y otros países, no sólo en este punto, no se salen de la regla porque funcionan sólo por el dinero y su aumento. Eso quizás a excepción poco frecuente de la pobre parte de una ideología, por ejemplo religiosa, que ha tratado de ayudar a veces mucho en el pasado prefranquista, totalmente al contrario de un igualmente pobre, pero así llamado socialismo, porque abandonando el campo a favor del médico, su dios, ni hablar de un subdesarrollado anarquismo. Sólo en ese sentido el Colectivo Socialista de Pacientes y lo que pertenece a este contexto, tiene que ver algo con el socialismo internacional y también español (Felipismo pp), es decir no tiene nada que ver con éste. Las normas médicas ("normas") y las normas del dinero (otras normas en vigor) producen la miseria con la enfermedad.

Sí, es verdad, conocemos pacientes agonizantes, también de muy, muy cerca y se llegó recientemente a comprobar que es preciso apuntarlo también aquí explícitamente. Pues, nuestro trabajo no se limita a hablar por hablar. Estamos y seguimos juntos con enfermos.

Algunas y algunos de nosotros principalmente luchan día y noche, luchan patoprácticamente (nuestra creación). El trabajo con los así llamados enfermos crónicos nosotros lo hacemos además, y con participación al menos indirecta de todos nosotros. Lo hacemos continuamente unas y unos durante el lapso de 30 años, ni más ni menos, unos de nosotros al menos tres años continuamente, otros durante siete años continuamente, diez años continuamente, hasta veinte años continuamente, esto en parte a cambio de salario, para sacadinerillos, es decir por dinero porque todavía éste existe, envenenando de antemano todas las posibilidades. ¡Qué vergüenza! Todo eso incluye decisiones practicas (¡lucha!), día y noche, mientras que elecciones políticas y otras por el estilo no son de ninguna manera decisiones. Lo hacemos a nuestras expensas y siempre en perjuicio nuestro, ni hablar de la ingratitud. Pero el daño al lado del enemigo iatrocapitalista internacional perdura para siempre y pesa más. Exactamente de eso consta la alegría revolucionaria nuestra, la felicidad nuestra. Liberándonos de las normas iatrocapitalistas día y noche, creando de este modo ((de esta manera // mediante esta liberación)) realidades nuevas, creando hechos consumados ((cumplidos = erfuellte Tatsachen, wie erfuellter Wunsch; consumar = vollenden, consumir = verzehren)). Sólo así son posibles, según nuestras experiencias, éxitos y cambios fundamentales. La cuestión no es ((No se plantea la cuestión)) si sigue algo mejor, porque exactamente en este susodicho procedimiento está incluido ya el éxito inmediato, sin nutrir esperanzas, falsas ideas y deseos prefabricados, imposibles de cumplir ((que no se pueden cumplir jamás)), por suerte.

Total: Hemos caminado los caminos suavísimos y al mismo tiempo los caminos radicalísimos. Pero durante dicho lapso de tiempo jamás hemos caminado el tercer camino, es decir los caminos (¡calles cerradas!) de los iatronazistas internacionales, los médicos de todos los colores. El modelo italiano (Basaglia, amigo(!) nuestro (!) sólo cuando estuvimos en la prisión en 1971 – !) forma y formará parte del genocidio del tercer milenio ya preparado por la genética moderna. Periculum in mora!

A quien sabe andar más de los mencionados tres caminos, le decimos de antemano: ¡Enhorabuena! por su ¡aquí nunca!

Gracias por sus esfuerzos al haber adquirido este libro, estimados lectores.

¡Enfermedades uníos!

NdT

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Contraportada

Enfermedad y revolución

Es un hecho que el "bienestar" económico-material de la población obrera de hoy en las naciones industriales occidentales es el producto de las luchas de clases y no una parte "justa" de la clase obrera en una evolución "natural". Este hecho ha sido velado más o menos con éxito por los agentes del capital.

Según Marx es una necesidad histórica que de los antagonismos del capitalismo resulta el socialismo. Esta necesidad que tiene que ser arraigada en cada uno, es la enfermedad, el sufrimiento subjetivo, las contradicciones interiores que cambian la conciencia y le instan a la acción. La necesidad es la miseria consciente y sensual en cada uno.

La enfermedad es por una parte una fuerza productiva, por otra parte es, como identidad de producción y destrucción, el concepto [Begriff] de todas las relaciones de producción. Hay que concebir el antagonismo fundamental [Grundwiderspruch] entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción como sigue: La enfermedad es la necesidad amplia que produce su propio comple-mento [Gegenteil] que es la revolución. Por lo tanto los enfermos son en sí y sufriendo conscientemente para sí la clase revolucionaria. La lucha de clases representa el proceso vital mismo y produce como único valor de uso del futuro la revolución.