Bogotá D.C., octubre 27 de 2017

Sr. Presidente de la República

Dr. Juan Manuel Santos Calderón

Presidencia de la República de Colombia

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Sr. Ministro de Salud

Dr. Alejandro Gaviria Uribe

Ministerio de Salud

La misiva también fue enviada a la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación y se solicitó su pronunciamiento e intervención.

Ref.: Derecho de petición. Misiva y advertencia popular

iContra el moderno eutaNAZIsmo primigeniamente médico otra vez!

 

Ya en 2015 remitimos él derecho de petición a continuación anexo. El Ministerio de Salud sólo guardó silencio incumpliendo su deber legal por lo cual remitimos queja a la Procuraduría General de la Nación, pues al parecer ese ministerio considera equivocadamente que debe responder a las directrices de los médicos, pero no a los pacientes a quienes debe su razón de ser.

El ministerio de salud, como es sabido, emitió una resolución reglamentando la así llamada eutanasia, una resolución que en todo caso no deroga la Constitución ni el Código Penal donde todavía el homicidio sigue siendo homicidio y punible, aunque el perpetrador sea un médico.

Como en aquel entonces, hoy nuevamente exigimos al gobierno nacional abstenerse de obedecer a la Corte Constitucional que ahora, no contenta con las prerrogativas que ha concedido a los médicos en sus desafortunadas y vergonzosas sentencias, pretende ir aún más allá y permitir a los médicos matar impunemente a menores de edad, niños y jóvenes, bajo el mote de eutanasia. La patraña de la "voluntad libre" del paciente ha sido además desenmascarada, en tanto esa corte, sumisa y al servicio de los médicos, considera que incluso la voluntad del paciente que no pueda manifestarla podría sustituirse por la de terceros, o sea ser suplantado y sometido a lo que otro estime respecto de la vida del paciente así convertido en puro objeto. La trampa y el abuso es evidente: criterios médicos ajenos se imponen para estigmatizar la vida de los pacientes como supuestamente indignas de vivirse y susceptibles de matarse. El móvil de "compasión" se descubre como pura propaganda tramposa, pues un comité de médicos decide burocráticamente quienes han de recibir la inyección letal de manos de otro médico. La apelación a la defensa de la decisión de los pacientes otra mentira, pues al fin y al cabo la última palabra la tienen los médicos, y un escarmiento pues los pacientes sólo llegan al extremo de pedir desesperados la muerte, forzados por el sufrimiento producto del contexto antisocial capitalista avalado médicamente que les ha enfermado y dañado a lo largo de su vida. La gente quiere vivir, pero no así, esa es la protesta vital que se pretende tergiversar y explotar para imponer la agenda eutaNAZI de la clase médica, que es la única beneficiada con la prerrogativa de poder matar impunemente.

Los peligros para los pacientes, o sea para la población en general son evidentes y están probados en la práctica, no en vano, por ejemplo a las intentonas de legislar la eutanasia en el Reino Unido y Estados Unidos, se le han opuesto decididamente y de manera valiente y constante, organizaciones de pacientes así llamados discapacitados que advierten y documentan la amenaza que tales intentonas eutaNAZIs representan contra su vida en el contexto de una sociedad regida por el principio de rentabilidad y mal acostumbrada -por las normas de valor y salud de los médicos- a menospreciar, maltratar y discriminar a los enfermos. Los ancianos de Holanda tienen que llevar declaraciones escritas rechazando la eutanasia y prefieren no ir a los hospitales o huir a otros países de Europa como han reportado varios medios (por ejemplo véase el artículo de la Revista SEMANA del 19 de enero de 2004: "Huir de los médicos") ante el temor de que los médicos les maten y en un eventual estado de indefensión sean los médicos o los familiares contaminados por la ideología médica, los que arbitraria y abusivamente decidan que la vida de aquellos ancianos es desechable; y mayor peligro corren si se trata de enfermos en estado de inconciencia. Y su temor no es infundado pues las propias cifras oficiales reportadas por el estado holandés muestran que las supuestas garantías no sirven: en Holanda hay un buen porcentaje de eutanasias perpetradas sin siquiera regirse por las ya permisivas leyes de eutanasia, y los casos de abuso permanecen en la impunidad. La eutanasia involuntaria es el pan de cada día en Holanda y Bélgica según las cifras oficiales.

Las promesas de mantener la eutanasia limitada a unos supuestamente estrictos requisitos y casos, se ha desenmascarado una y otra vez, como ya hemos advertido al gobierno y al legislador; y esta nueva sentencia de la Corte Constitucional es otro ejemplo. La experiencia es elocuente: cada vez los criterios se extienden más y más, hasta incluir niños, bebés, gente "cansada de vivir", "deprimidos", pacientes que no pueden manifestar su voluntad entonces sustituida por la de terceros bajo criterios médicos que les estigmatizan como vidas indignas de vivirse; una pendiente resbaladiza que conduce a la sociedad entera a ser enterrada en los modernos campos de exterminio, bajo el control de los médicos.

Y dado que el parlamento, gracias a la presión popular mayoritaria, ha tenido que rechazar la legalización de la eutanasia, entonces los médicos intentan dar el golpe y someter al Estado a través de las cortes. Exactamente lo mismo hicieron en Holanda y están haciendo en Canadá. Pero el gobierno colombiano no puede someterse a los dictámenes de la clase médica ni permitir a los médicos matar impunemente. El deber del gobierno colombiano es someterse a la población y defenderla de las amenazas contra su vida. El casus belli es el homicidio cotidiano impunemente perpetrado por la clase médica. El programa de eutanasia NAZI, condenado en el Tribunal de Nuremberg, manda sus saludos.

Los abajo firmantes exigen que el gobierno nacional se abstenga de seguir cubriendo a la eutanasia, o sea al eutaNAZIsmo primigeniamente médico, con un manto de aparente reglamentación. Los abajo firmante se reservan el derecho de enviar copia de esta misiva y de recurrir masivamente a las cortes internacionales para denunciar y demandar al estado colombiano.

A esta misiva adjuntamos a continuación, como parte integral de la misma, aquella mencionada de 2015.

Cada vez más ciudadanos se adhieren con su firma a esta misiva y advertencia popular contra el moderno eutaNAZISmo primigeniamente médico.

 

Firma,

 

Colectivo Socialista de Pacientes / Frente de Pacientes

www.spkpfh.de

PF/SPK EMF Colombia, 11.12.2017